Resultados electorales

Tras las elecciones autonómicas andaluzas, muchas son las opiniones que hemos conocido haciendo valoraciones de todo tipo sobre los resultados de  las distintas opciones políticas que concurrían a los comicios. Soy de la opinión de que la ciudadanía elige siempre con sensatez, de manera libre y sin ataduras de ningún tipo, pero, visto lo visto, siguen existiendo personas que cuando los resultados electorales no son de su agrado, o lo que es peor, atacan sus intereses, utilizan para argumentar la defensa de sus ideas, una amplia gama de insultos y descalificaciones contra el PSOE, sus candidatos/as y sus votantes. Respeto profundamente lo que las urnas deciden porque cada voto ha sido depositado en ella por ciudadanos que manifestaban de esa forma su decisión personal, libre y democrática, y el hecho de que se vote a uno u otro partido político no debe ser motivo para enjuiciar con exabruptos a los votantes que de manera mayoritaria han optado por los candidatos y candidatas socialistas en cada una de las ocho provincias andaluzas. Además, algunos tópicos ya cansan y son utilizados, elección, tras elección, como justificación de los malos resultados obtenidos por las opciones perdedoras. Vuelven a lo del voto cautivo, como si fuera posible que un ciudadano que entra a recoger su voto dentro del espacio privado reservado dentro del colegio electoral, estuviera acompañado por un político socialista que le obliga a votar al PSOE. Dentro de esa cabina, cada votante está solo y elige, repito, libremente,  lo que en conciencia cree mejor para él, su pueblo o ciudad, comunidad o país. ¿O es que un elector que vote por otro partido distinto al PSOE, está votando con libertad y acertadamente, y otro que vote al PSOE lo hace coaccionado, con voto cautivo y de manera errónea? Los andaluces y andaluzas  han optado siempre de manera mayoritaria por el PSOE, salvo en las autonómicas del 2012, y no debe ser casual que esto suceda. Está muy claro que había nuevas opciones políticas que habían llegado con fuerza al escenario electoral y que lo hacían con altas expectativas. Está muy claro también que el PP creyó que los resultados de hace tres años y las continuas visitas de su líder Rajoy a nuestra tierra durante la campaña les iban a ayudar a disfrazar la situación real y favorecerles en las urnas. Obvio comentar los resultados obtenidos con esa estrategia. Pero hay opiniones que no deben producirse porque están carentes del mínimo rigor exigible a cualquier político responsable. Desde el PP han argumentado que los resultados andaluces son debido al alto nivel de paro de nuestra comunidad y desde PODEMOS argumentan que lo que hay entre los votantes es mucha inmadurez. Ambas opiniones, creo que de opciones políticas muy distintas, ocultan una realidad incuestionable, la de que los andaluces han confiado en el PSOE porque creen que es el partido que mejor les representa y defiende los intereses generales de nuestra tierra. Habrán observado que en ningún párrafo de este comentario he menospreciado ni insultado porque el mismo respeto me merece la persona que ha votado al PSOE como la que ha votado a IU o a PODEMOS o a cualquiera otra de las demás opciones. Todos han votado en libertad y por el partido que les haya dado la gana y nadie tiene derecho a enjuiciar negativamente a los votantes socialistas porque hayan elegido, de nuevo, a este partido para gobernar Andalucía. Por último, tras los resultados, quedan de manifiesto varias cuestiones. La primera es que el PSOE ha aguantado el envite y es la fuerza mayoritaria. La segunda es que el PP ha sufrido un descalabro que tendrá posteriores consecuencias, La tercera es que si unimos los parlamentarios de PODEMOS e IU solo consiguen igualar los mejores resultados de la época de Julio Anguita.