domingo. 05.05.2024
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Opinión

Parlamento andaluz

El pasado jueves, 16 de abril de 2015, tuvo lugar el acto institucional de composición del Parlamento andaluz, surgido tras las elecciones del 22M. Desde que logramos, con mucho esfuerzo, nuestra autonomía, este acto era considerado por los grupos políticos y sus representantes electos como algo institucional en el que los diputados elegían al nuevo Presidente de la Cámara y a las personas que le acompañarán durante esta legislatura en la Mesa del Parlamento. Pero no, lo que era aceptado por todos, en estos 33 años de recorrido autonómico, lo rompió bruscamente el PP y su portavoz, Carlos Rojas, con unos planteamientos y modos alejados, no ya de la simple cortesía parlamentaria, sino de la necesaria educación y sentido común que se les presupone a unos representantes elegidos por la ciudadanía. Porque vamos a ver, si existe un reglamento aprobado por unanimidad por los grupos políticos presentes en el Parlamento en la anterior legislatura, que señala taxativamente en su artículo 36 que “todos los partidos que hubieran obtenido representación suficiente para constituir Grupo parlamentario, tendrán derecho a estar presentes en la Mesa”, ¿por qué el portavoz popular pide tener dos representantes en la misma y que se excluya a IU, que quedaría con un representante virtual con voz pero sin voto? ¿Cómo es posible que un partido, y sus representantes, planteen algo que va en contra de la norma aprobada por todos, y que encima amenacen con acudir a los tribunales a defender sus derechos? El PP fue a la sesión, como decimos popularmente, con la intención de “liarla”, y bien que lo consiguió, convirtiendo el acto en un ejemplo más, y van muchos ya, de falta de respeto y saber estar de un partido que no respeta normas ni reglamentos cuando estos no coinciden con sus intereses partidistas.  Y no, Teresa Jiménez, líder de PODEMOS en Andalucía, no, esto no fue una “pelea por un sillón” entre los dos partidos mayoritarios de la “casta”. Esto fue una defensa del PSOE de la legalidad, en contra de las pretensiones del PP, para que un grupo, en este caso IU, no quedara al margen y sin voto en la Mesa del Parlamento. El PSOE no defendía ningún sillón propio, defendió el sillón de IU que le correspondía por normativa, mientras que el PP quería ocupar dos puestos en la citada Mesa y que se excluyese al representante de IU. Al pan, pan, y al vino, vino, y el diputado Luis Pizarro que presidió la Mesa de Edad, cumplió escrupulosamente con el reglamento a pesar del guirigay que organizaron los diputados del PP, en su conjunto, y de Carlos Rojas, su portavoz, en particular, durante toda la sesión. Para el esperpento político quedará la amenaza de acudir a los tribunales, según dijo el ínclito Carlos Rojas, para defender sus “derechos” que le corresponden por proporcionalidad en relación con sus resultados electorales. Lo que no dijo es que su “proporcionalidad” dejaría fuera a un Grupo político, incumpliéndose con ello el Art. 36 del Reglamento que ellos mismos aprobaron junto a los demás Grupos de la Cámara.  Acudan ustedes a los tribunales y asistiremos, otra vez más, a un ridículo espantoso de un partido que antepone egoísmo y soberbia a leyes y normas aprobadas. Se abre un tiempo nuevo en el que el diálogo y el acuerdo serán necesarios para aprobar leyes y proyectos que ayuden a nuestra tierra a seguir avanzando. Y no lo duden, el camino es por la izquierda, con consenso y mucho, mucho debate, pero poniendo siempre en primer lugar los intereses generales de los andaluces y andaluzas que no entenderían que nuestros representantes vayan a un parlamento a “liarla” en vez de a trabajar por y para la ciudadanía. El pueblo ha hablado con sus votos y ha decidido que Susana Díaz sea la próxima Presidenta de Andalucía. Ahora toca a los diputados refrendar esa decisión mayoritaria y no dificultar, o retrasar, la formación del nuevo gobierno andaluz.

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