domingo. 05.05.2024
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Opinión

Luce lo que luce

En su día el Parlamento andaluz aprobó una Ley de incompatibilidades que impedía a un alcalde ser parlamentario. El PP, cómo no, votó en contra de la norma y recurrió ante el Tribunal Constitucional para derribarla. En estos días el citado Tribunal ha emitido su dictamen dando total validez a la Ley emanada del Parlamento, defendiendo lo de un hombre o mujer, un cargo. A los pocos días,  los alcaldes peperos de Sevilla, Córdoba y Huelva anunciaron su intención de continuar en sus respectivas alcaldías, y en cumplimiento de la sentencia del Alto Tribunal, abandonarían su sillón parlamentario. En el debate parlamentario que se produjo en la tramitación de esta Ley, los parlamentarios andaluces del PP votaron en contra, y tras aprobarse, recurrieron, mostrándose indignados por esa decisión mayoritaria del Parlamento. Ahora, tras la sentencia, el que dice que es el líder pepero andaluz, Moreno Bonilla, sentencia que “lo más honesto es que un alcalde se dedique exclusivamente a su ayuntamiento”, con lo que concluyo, deduciéndolo de sus palabras, que antes lo más deshonesto era hacer lo que hacían sus alcaldes ocupando dos sillones al mismo tiempo. Este señor, Moreno Bonilla, es una persona muy dada a darle a la 'sin hueso'. Sus reflexiones son dignas de figurar en el libro de los despropósitos que los políticos del PP, andaluces sobre todo, llevan escribiendo desde que empezó nuestra democracia. A este señor, conocido como el hombre de Arenas en la Tierra, no se le ocurre otra cosa que decir, para justificar la poca importancia que para él tiene ocupar un escaño parlamentario, que el Parlamento andaluz “luce lo que luce” y que “fuera de Sevilla apenas tiene relevancia”. Ya lo dice el refranero, “si quieres saber cómo es Pepito, dale un carguito” y a Moreno Bonilla se le ha visto el 'plumero', o utilizando otro símil, “ha enseñado la patita”, dejando al descubierto sus pocas vergüenzas democráticas. Además, en su caso, le deja también muy mal parado, ya que si el Parlamento luce lo que luce y fuera de Sevilla no tiene relevancia para qué se va a presentar como candidato  del PP a la Presidencia de la Junta. Esa falta de respeto a la institución que representa a la voluntad ciudadana, ese quitarle importancia al hecho de que sus alcaldes tengan que abandonar el Parlamento como si el tiempo que han estado allí hubiesen sido unos momentos de ocio, ese menosprecio a las funciones parlamentarias, a sus decisiones, es un fiel reflejo de que aún en muchos políticos de la derecha esto de la democracia, las Comunidades Autónomas y demás, es algo superficial de lo que se puede prescindirse fácilmente. La pregunta que me hago, y supongo que es la misma que se harán muchos andaluces, es: ¿qué hubiese sido de nuestra tierra sin un parlamento que defendiera a los andaluces y andaluzas? Fuimos los eternos olvidados y luchamos con denuedo por conseguir para nuestra tierra las cotas de libertad y democracia que ahora disfrutamos, quedándose en el camino muchos andaluces y andaluzas que dieron sus vidas por la bandera blanca y verde. No lo dude, señor Moreno Bonilla, no se quede usted en esta tierra, váyase a los “madriles”, y siga usted viviendo del cuento, con la sopa boba de su partido que le cuidaba, y cuida, muy bien. Luzca usted, déjese ver en tertulias y presentaciones, pero deje usted que el gobierno andaluz siga luchando contra las injusticias que el gobierno de su partido realiza contra nuestra tierra, mientras usted no dice ni mu. Tal vez por eso no quiera usted al Parlamento.

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