domingo. 05.05.2024
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Opinión

Impresentable

Este Gobierno está muy acostumbrado a utilizar todos sus resortes administrativos para atacar a cualquier ciudadano cada vez que a ellos les da la gana. Lo hizo Montoro con los actores, cantantes y artistas, por aquello de la “ceja”, con los grupos políticos, desde la tribuna del Congreso, y lo ha vuelto a hacer con Monedero y sus no explicaciones fiscales. Les da igual saltarse a la torera la ley en cuanto a no hacer público los datos personales si creen que con ello sus intereses partidistas se ven beneficiados. Pero si hay algún objetivo prioritario para todos y cada uno de los miembros del gobierno de Rajoy, él incluido, este es Andalucía y su Presidenta. Aún recordamos aquello que dijo Ana Mato sobre que los niños andaluces tenían que sentarse en el suelo de las aulas porque no tenían sillas o los ataques al PER acusando a los jornaleros de estar todo el día disfrutando de una paga del Estado. Ayer, el Ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, llegó a decir que la subasta de medicamentos que hace la Junta de Andalucía para abaratar el coste de estos, se hace a costa de todos los españoles. Tamaña barbaridad es impropia de alguien que ejerce de ministro de un gobierno democrático. La subasta de medicamentos andaluza lo que está consiguiendo es un ahorro de centenares de millones, que se destinan a otros fines sociales y poniendo a las multinacionales farmacéuticas en su sitio. La derecha no soporta a Andalucía porque elección tras elección, los andaluces siguen confiando en los socialistas y eso duele y no lo soportan. Ahora que estamos en período preelectoral, todo vale con tal de atacar al gobierno andaluz y a Susana Díaz. En ese todo vale, el Presidente de España, de todos los españoles no hay que olvidarlo, utiliza la tribuna del Congreso y del Senado pata devaluar las medidas del gobierno andaluz y poner en solfa todas sus políticas. Repito, porque esto es tremendamente preocupante, el Presidente del Gobierno, al que se le debe presupone ecuanimidad y trato igualitario a todos los territorios del Estado, se dedica en sus comparecencias en las dos Cámaras, no a responder a las preguntas e interpelaciones de los grupos políticos, sino a lanzar acusaciones de mal gobierno a Andalucía y a su Presidenta. Da la impresión de que no hay candidato del PP en nuestra tierra y tiene que ser Rajoy el que asuma ese papel de oposición, de jefe de la oposición en este caso. Esta semana, desde la tribuna del Senado, Moreno Bonilla, el inexistente, aplaudió a rabiar la intervención de su jefe, desconociéndose si el texto de la intervención de Rajoy, lleno de ataques al gobierno andaluz, le fue trasladado al suplente Bonilla para su uso durante la campaña.  Es notorio que a Rajoy le duele la cabeza con Andalucía, y lo que te rondaré morena, y que eso le produce una fuerte jaqueca política. Es cierto que Arenas y su dedo pusieron a Bonilla de candidato y no es menos cierto que esa operación les ha fallado y están que se suben por las paredes. Pero utilizar el cargo de Presidente, o de ministro, para hacer campaña en contra de Susana Díaz, es jugar sucio y es, además, antidemocrático, que deja en evidencia que los modos de gobernar de Rajoy y sus acólitos, nos retrotraen a épocas pasadas felizmente superadas.

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