Grano y paja

Lo que realmente interesa a la ciudadanía es aquello que modifica sus condiciones de vida a mejor. Tal vez por eso, debemos distinguir entre actuaciones políticas que producen un efecto positivo en nuestra sociedad y otras que, tras el disfraz de producir ese efecto, se limitan a ser meros actos de propaganda o cuelgue de supuestas medallas, separando el grano de la paja.  Esta sociedad lo que necesita son actuaciones y proyectos que proporciones empleo o que permitan la creación  de empleo, nada más y nada menos. Por eso, porque existen proyectos importantes que están escondidos en el cajón del olvido, perjudicándose con ello a un pueblo o a una provincia, me permito hacer esta reflexión. Hace escasas fechas el Consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Rafael Rodriguez,  entregó en el bello municipio serrano de Almonaster, la Certificación de Reserva Starligth a los pueblos del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, entre ellos a Fuenteheridos. Esta distinción, auspiciada por la UNESCO, avala la calidad del firmamento nocturno de los territorios y pone en valor un recurso turístico, contribuyendo, según sus organizadores, a generar economías de escala y empleo en las zonas certificadas, entre ellas, repito, Fuenteheridos.  Sacando conclusiones de esta iniciativa, deduzco que, a partir de ya, o en los próximos meses, en la economía serrana se producirá un revulsivo importante que ocasionará un descenso notable del desempleo, sobre todo de nuestros jóvenes. Coincidirán conmigo, queridos lectores, que lo deseable y necesario es que esto fuese cierto, pero sabemos, ustedes y yo, que ni por asomo se producirá ese efecto que anunciaba el Consejero. Lo que si podría, al cien por cien, generar un movimiento económico importante, incluyendo la creación de empleo inmediato y con futuro, que beneficiaría directamente a Fuenteheridos y, por ende, al resto de municipios serranos, sería la rehabilitación inmediata de la Villa Turística papera, cerrada desde el 2005 y deteriorándose a pasos agigantados, y su puesta en funcionamiento inmediata. Con ello, no sólo estaríamos poniendo en valor una instalación cuya propietaria es la Junta de Andalucía, sino que, además, su rehabilitación y puesta en funcionamiento crearía numerosos puestos de trabajo, reactivando de manera notable el desarrollo turístico de este parque natural, aletargado desde hace ya bastante tiempo. Creo de verdad, y ustedes lectores estarán conmigo, que los cielos serranos llevan muchos siglos teniendo una calidad importante, y así seguirán, pero lo que realmente espera la ciudadanía, sobre todo la papera, es que una instalación turística de primer orden, cerrada y abandonada, inicie su actividad para que nuestro pueblo, y la Sierra, tengan a más personas trabajando en un sector, que junto al Cárnico, son los pilares económicos de nuestra comarca. Está muy bien que el Consejero de Turismo diga en sede parlamentaria, refiriéndose a la Villa Turística de Fuenteheridos, que “estaba dispuesto a hacer un esfuerzo, si tenemos recursos necesarios, para la reapertura de la Villa porque esta ofrece unas posibilidades de negocio tremenda”. También está muy bien que diga, en una de sus visitas a esta Sierra, que “sería deseable su apertura durante la legislatura porque es de las Villas con mejor potencial turístico y de las más rentables”. Pero como de palabras no vive el hombre, le recomiendo al Consejero que hable menos y haga más, ya que si eso es así, tal como el indica y repite cada vez que tiene ocasión, ¿a qué espera para poner en marcha las actuaciones necesarias de rehabilitación de esta instalación  que permitan su posterior reapertura? Omito en esta ocasión reproducir lo que decían en otros tiempos los políticos de la formación a la que pertenece el Consejero sobre este asunto cuando no eran gobierno. Ahora que lo son, deberían ser consecuentes y actuar tal como decían.