sábado. 20.04.2024
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Opinión

Escuela rural

La Escuela Rural permite la atención personalizada en  clases heterogéneas en las que la mejor respuesta la dan los proyectos globales e interdisciplinares

A estas alturas, muy pocos niegan que un pueblo sin escuela, es un pueblo muerto. La Escuela Rural es una clara apuesta por nuestros pueblos ya que facilitando la vida a familias que quieren vivir en ellos, evitamos la despoblación y, por consiguiente, la  desaparición de ese municipio o aldea.

La Educación es para algunos un gasto, cuando en realidad es una inversión, una inversión social puesto que las Escuelas Rurales son también, al mismo tiempo que escuelas, centros sociales/cívicos para los niños/as y padres/madres que utilizan sus instalaciones para socializar fuera del horario escolar. La Escuela Rural permite la atención personalizada en  clases heterogéneas en las que la mejor respuesta la dan los proyectos globales e interdisciplinares, utilizando el entorno como espacio de aprendizaje y como recurso y donde la relación con las familias es cercana y continua, potenciándose la participación de estas.  Andalucía, en 1983, asumió funciones y servicios educativos y fue de las primeras en establecer la fórmula organizativa escolar agrupada en el medio rural. Durante la década de los 80 comenzó también el Programa de Educación Infantil en el medio rural.

Durante todos estos años la Escuela Rural andaluza ha experimentado una mejora progresiva que ha estado favorecida por unas políticas educativas en las que se implicaban todos los agentes educativos(administraciones, docentes, padres, ayuntamientos..) para conseguir una educación de calidad para todos. La realidad de hoy, tras la llegada al Gobierno de la Junta de Andalucía del PP y C´s, con el apoyo de Vox, es que se están cerrando colegios rurales y unidades, lo que implica  que los alumnos tengan que desplazarse en largos itinerarios, en algunos casos de más de una hora, a centros comarcales, abandonando las escuelas de sus respectivos municipios.

Hoy, el Gobierno de Andalucía, ha cerrado más de 31 unidades en Escuelas Rurales,  ha dejado en la calle a 2.500 interinos, ha despedido a 73 profesoras de Escuelas Infantiles de varias provincias, paralizando la RPT que inició el anterior Gobierno socialista para convertirlas en personal laboral indefinido, no fijo, como recoge el Estatuto de los Trabajadores y la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, y mintiéndoles encima ya que el Consejero de Educación, Javier  Imbroda,  les prometió una moratoria, que claramente no ha cumplido.

El actual Gobierno de Andalucía prefiere, es evidente, agrupar niños de 3 a 11 años en una misma clase, para, en el futuro, centralizar a todos los alumnos en los municipios cabecera de comarca. En Huelva, sin ir más lejos se han eliminado 9 unidades en El Condado y 7 en La Sierra.  Conozco perfectamente la evolución de la Escuela Rural en nuestra provincia ya que tuve la suerte de iniciar, como maestro y Alcalde, el camino de Adersa I, que hoy agrupa a las escuelas de Castaño del Robledo, Valdelarco, La Nava y Fuenteheridos. En estos años, nuestra Escuela ha sido fuente de vida, de crecimiento como pueblos, de impulso social y económico, de dinamismo cultural y artístico. Nuestra Escuela es fundamental para seguir haciendo pueblos, para construir un futuro mejor, para evitar el despoblamiento que nos amenaza.

Apostar por la Escuela Rural es una forma de apostar por nuestros municipios y aldeas y para ello es imprescindible contar con Gobiernos que no entiendan la Educación como un gasto, sino como una inversión, una inversión social. Claramente el Gobierno de las derechas en Andalucía no ha venido a construir y a reforzar aún más si cabe, a la Escuela Rural, ha venido a tratar de minarla, para luego derribarla. Lo que no sabe el actual Gobierno de las derechas, es que no lo consentiremos.