¿Recuperación?
Desde hace unos meses, el Gobierno de la nación y su entorno mediático no paran de lanzar mensajes positivos sobre la evolución de la economía española. Me recuerda aquella nefasta etapa de los 'brotes verdes' del expresidente socialista José Luís Rodríguez Zapatero. Incluso el propio Mariano Rajoy, en su cuenta de Twitter, decía el pasado domingo, sobre las nueve de la noche, y para reafirmar esta política optimista, que seguiría trabajando para que "la ilusión inunde cuanto antes todos los hogares posibles en nuestro país". Y terminaba su frase con un significativo: "lo conseguiremos".
Tengo que reconocer que esta machacona insistencia puede que haya calado de alguna manera en gran parte de la ciudadanía. De lo contrario no me explico esta alegría consumista que se está produciendo durante las fiestas navideñas de 2013. Las calles del casco antiguo de Huelva y los centros comerciales de la ciudad, entre ellos el Corte Inglés y el recién inaugurado Holea, han constatado en sus cajas registradoras este repunte del gasto.
No obstante, me da la sensación de que este repunte económico es solo un castillo de naipes que se va a desmoronar antes de lo previsto, porque sus pilares no se sustentan en lo principal: en la creación de puestos de trabajo. El propio presidente del Consejo de Europa, Herman Van Rompuy, lo reconoció hace unos días al recalcar que "la mejora en España en 2014 no se notará en el empleo". Esta constatación supone un jarro de agua fría, un varapalo más, para los más de 60.000 parados contabilizados el pasado mes de noviembre en la provincia de Huelva.
Ante este panorama las perspectivas de futuro que se barruntan me parecen muy complicadas y difíciles. No solo porque muchas familias pueden seguir comiendo y vistiéndose gracias a la colaboración que les prestan algunas asociaciones humanitarias no gubernamentales sino porque para rematar la faena, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está convencido de que para salir de la crisis es imprescindible y necesario recaudar más.
Hace unos dos años, los responsables de Coca-Cola, en los Estados Unidos, transmitieron al resto de sus empresas filiales por el mundo, que la recuperación económica mundial no se comenzaría a vislumbrar hasta el 2020. Como confío más en los pronósticos realizados por los especialistas financieros de esta multinacional que en las previsiones de los expertos financieros de los distintos gobiernos que soportamos (europeo, español y andaluz), no me queda otra que admitir que nos quedan algunos años más de penurias y de sufrimientos. Por ello....
Bienaventurados los optimistas, porque siempre verán el vaso medio lleno aunque esté medio vacío y sobre todo los políticos, porque con sus elevados sueldos y sus pensiones –con siete años cotizados tienen derecho a cobrar las prestaciones más altas- son los únicos que podrán seguir viviendo y disfrutando a cuerpo de rey. Vamos, como hasta ahora.
Para el resto de los mortales, solo espero que la próxima y temible cuesta de enero no se prolongue hasta las Navidades de 2014.