Pueblos vacíos

Si la cifra de fallecidos oficiales se hubiera concentrado en cualquiera de los pueblos de nuestra provincia, todos, excepto tres, hubieran quedado vacíos (la mayoría de ellos varias veces). Es una triste forma de entender la gravedad del asunto, porque todos conocemos a nuestros vecinos.

Pero es que, después de ver algunas escenas del día de ayer (quiero pensar que, como suele ocurrir, son pocos y hacen mucho ruido), pienso que no estaría mal que, cada vez que llenemos una plaza o una avenida de gente, nos preguntáramos cuántos pueblos vacíos harán falta para que nos comportemos como “adultos responsables”