Las mismas llamas, pero distintos incendios
Las llamas de Barcelona son idénticas a las que consumieron las chabolas en Huelva. Pero no se habla lo mismo de unas que de otras.
Y creo que se debe a que los contenedores ardiendo incitan al odio, a dividirnos y a enfrentarnos unos contra otros, nos permiten señalar a los culpables, derramar nuestra vergüenza en otros individuos.
Por contra, las llamas que devoraron las chabolas en Palos de la Frontera y dejaron sin recursos a cuatrocientas personas, sacan a la luz nuestra verdadera miseria, nuestras propias vergüenzas y nuestra hipocresía. Quizás por eso, no se hable tanto de ellas.