miércoles. 24.04.2024
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Opinión

Tufillo xenófobo

Ellos dirán lo que quieran, pero, parafraseando a uno de los personajes de los sketches del humorista José Mota: "Que lo sepas, que ser, eres". Ellos son los dirigentes de España 2000. Y lo que no pueden negar es que son xenófobos. O lo disimulan muy bien.

Este fin de semana, organizado por el Hogar Social Patriota María Luisa Navarro, ONG (¿) vinculada al partido de extrema derecha citado más arriba, se ha llevado a cabo el reparto de unos 1.000 kilos de alimentos a las personas con necesidades del barrio valenciano de Orriols. (Antes de seguir adelante, conviene insistir en que el brazo social en Valencia de España 2000 es esa ONG. Sí, una organización no gubernamental que, como cualquier otra, tiene o debe tener como objetivo actuaciones encaminadas al desarrollo de colectivos excluidos o marginados). Continuemos. Se da la circunstancia de que casi el 30% de la población de Orriols es extranjera, de inmigrantes, pero, mira por dónde, éstos nos estaban llamados a la 'fiesta'.

La entrega de los aproximadamente 150 lotes de alimentos y productos para la higiene estaba reservada única y exclusivamente para los españoles sin trabajo, previa acreditación con el DNI y la cartilla del paro. Y si eras española con origen ecuatoriano, no había comida. Como pasó. Cuentan las crónicas que el millar de kilos de alimentos se agotó en una hora, y que a nadie de los que hicieron cola les parecía que la iniciativa tuviera un tufillo xenófobo o racista. Bueno, sí, un jubilado con sentido común y, sobre todo, decencia, decía que era discriminatorio porque el hambre es necesidad "y da igual que seas blanco o negro".

No, decentes los dirigentes y afiliados a España 2000 no son. Ni buena gente, en el sentido más etimológico de la palabra "buena". Por comportarse de esa manera tan ruin y por el alarde que se hizo para dar a conocer la iniciativa. Al parecer, se publicitó en 5.000 octavillas y centenares de carteles, lo que dio pie a que desde una de las entidades sociales del barrio se criticara el "alarde" que se había hecho para una "nada altruista" idea. Como ejemplo puso el que hace unas semanas se hizo entrega de una manera más discreta de 15.000 kilos de alimentos. 15 veces más. Y para todos.

Claro que, conociendo el ideario político de España 2000 –formación que en las últimas municipales se hizo con cinco concejales en toda España, cuatro en la Comunidad Valenciana, y uno en la localidad madrileña de Alcalá de Henares-, no debe extrañar nada. "Con 6 millones de parados sobran 6 millones de inmigrantes". Para empezar, así se presentan. Y así continúan, porque su objetivo número uno es este colectivo. Las perlas que figuran en su pensamiento ideológico son para enmarcar, si no fuera porque hablamos de personas: "repatriación de los excedentes de inmigración"; "que sus países se hagan cargo de ellos lo antes posible"; "reducir la inmigración al máximo imprescindible"; "que no haya más de un 5% de inmigrantes concentrados en barrios y ciudades...".

Y sus votantes y simpatizantes, ¿están exentos de culpa? No. Es verdad que en situaciones de pobreza como la que se está viviendo en España –que Cáritas ha puesto sobre la mesa, pero, ¡ay!, no contábamos con el ministro Montoro, que ahí está para negarlo- tiene más fuerza que nunca el "sálvese quien pueda". Pero, con todo, por que deberían ponerse en el lugar del otro, la rebelión, la protesta, la desobediencia, el reparto tendría que primar por encima de cualquier instinto primario.

Y poner la cara roja de vergüenza a los dirigentes de España 2000 y a todos los que piensan como España 2000. Que, por desgracia, no son los únicos.

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