viernes. 29.03.2024
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Opinión

Insensatos

El fundador de Facebook, Marck Zuckerberg, enseña a nadar a su hija, que el 1 de febrero cumplirá dos meses, y muestra las imágenes en, por supuesto, Facebook. En diciembre pasado, con poco más de dos semanas, la vistió de Maestro Yoda y lo compartió con sus millones de seguidores.

En España, Francisco Rivera torea una vaquilla con su hija de 5 meses en brazos y la expone en Instagram. Ante el revuelo que ha suscitado la imagen –tanto, que el Defensor del Menor de Andalucía ha criticado la decisión del torero por el “riesgo innecesario” que corrió la niña y ha dado traslado a la Fiscalía de Menores-, hay quien se ha pronunciada en contra y quien se ha pronunciado a favor de la fotografía y de plantarse ante una res, con la pequeña sosteniéndola con un brazo, mientras con el otro da un pase de muleta. Sí, no era un mihura, era una vaquilla, pero una vaquilla es un animal y, como tal, impredecible. Entre estos útimos, unos cuantos compañeros de profesión que no se han cortado en absoluto (El Cordobés, Álvaro Oliver o Eduardo Dávila) y se han solidarizado con Paquirri adoptando idéntica pose y mostrándolo: toreando con sus hijos en brazos.

Salvando las distancias entre unas fotos (las de Zuckerberg, poco reprochables por su peligrosidad, incluso la de la piscina) y otras (las de los toreros), uno no entiende la pasión de los padres famosos por exponer a los focos mediáticos a sus hijos. Los medios de comunicación estamos obligados a pixelar la cara de los menores de edad en cuantas fotografías publiquemos, y sin embargo, ellos, los famosos, no tienen reparo en enseñarlos cuando les interesa.

Y luego está la pizca de chulería y de “machotes” que se gastan: “¿dónde está el problema?”, dicen.

Si no lo ven, son unos insensatos. Por lo menos.

Ángel Ocaña Vicente
Director Mi Jardín, Bricolaje y Decoración, y Cómo funciona

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