miércoles. 15.05.2024
El tiempo
Opinión

Extrema brutalidad

"En caso de que se confirme, es otro ejemplo de la extrema brutalidad del régimen" de Corea del Norte, manifestó en diciembre pasado el portavoz de la Casa Blanca, Patrick Ventrell, a raíz de la ejecución de un familiar del líder norcoreano, Kim Jong Un. Y se quedó tan ancho. Me explico: los derechos humanos es algo que Corea del Norte se pasa por el forro. Pero que Estados Unidos hable de "brutalidad" por aplicar la pena de muerte, hombre, sorprende cuando menos.

No voy a ser yo quien ponga en el mismo nivel de la balanza a un estado dictatorial y a otro democrático. Pero en materia de ejecuciones, seguramente el país más poderoso del mundo no pueda dar lecciones. No olvidemos que uno de los cinco estados en hacer uso de la pena capital en 2012 un mayor número de veces fue, según ha denunciado Amnistía Internacional, Estados Unidos (sus otros compañeros de viaje fueron –atención- Arabia Saudí, China, Irán e Irak).

Y no olvidemos que en los veintitantos días de 2014, Estados Unidos ha procedido ya a la ejecución de dos reos. También con brutalidad (bueno, ¿hay alguna muerte, no en defensa propia, que no la conlleve, más aún si la realiza un Estado de Derecho?). Con agonía falleció el 16 de enero Joy Stewart, ejecutado en Ohio con un nuevo método de inyección letal, que provocó que durante más de 15 minutos emitiera sonidos similares a ronquidos. Antes de morir notaría, seguro, cómo se ahogaba. Eso es extrema brutalidad.

Y en Texas, una semana después, ha sido ejecutado el prisionero mexicano Edgar Tamayo. También con agonía, aunque de otro tipo. Durante más de tres horas estuvo esperando que el Tribunal Supremo de Estados Unidos admitiera un recurso de la defensa. Pero no hubo marcha atrás y otra inyección letal acabó con su vida. Extrema brutalidad.

"Agonía" que está padeciendo desde hace 15 años el español Pablo Ibar. Ése es el tiempo que lleva en un corredor de la muerte estadounidense por tres asesinatos que él niega haber cometido. El 5 de marzo comparecerá en el Tribunal Supremo de Florida y su abogado volverá a solicitar la revocación de la sentencia. Extrema brutalidad, sin duda.

En España, la pena de muerte fue abolida en 1995, aunque la Constitución, en su artículo 15, dice que sí..., pero "salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares en tiempos de guerra". Y mejor no hacemos ninguna encuesta entre los españoles, no sea que tras la derogación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y la salida de la cárcel de presos de ETA y otros comunes muy peligrosos, nos llevemos alguna sorpresa. Que el patio está muy revuelto.

Ángel Ocaña, es periodista y director de la revista 'Cómo funciona'

Comentarios