viernes. 03.05.2024
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Opinión

El Rey

“En España, el rey Juan Carlos I abdica en favor de su hijo Felipe VI el 2 de junio de 2014, después de 39 años de reinado”. Así lo recoge ya la enciclopedia más famosa de la red, la Wikipedia, cuando - en el momento en que me pongo frente al ordenador, de forma apresurada- han transcurrido poco más de tres horas desde que el presidente del Gobierno convocara a la prensa para dar la noticia más importante a nivel nacional en los últimos 39 años, y una desde que el propio Juan Carlos lo anunciara en un mensaje televisado a todo el país. Entonces fue la muerte de Franco y su llegada al trono.

Y, sin embargo, de hecho todavía no ha abdicado. Ha anunciado su voluntad de abdicar, según declaraciones del catedrático Luis Aguiar recogidas por la Cadena Ser, para que las Cortes inicien el mecanismo de la aprobación de una Ley Orgánica que acabará, en todo caso, con el príncipe Felipe como Rey de España. Y la princesa Letizia, la periodista que cautivó al heredero de la Corona, como Reina. El Congreso y el Senado, por este orden, tendrán que debatir y aprobar la ley, que será sancionada y promulgada por Juan Carlos I. Él también ordenará su publicación en el Boletín Oficial del Estado y, entonces sí, habrá abdicado.

A estas horas, la pregunta en la calle -una calle que se ha sentido sorprendida por la noticia, quizás unos meses atrás la extrañeza habría sido menor- es cuándo tendremos nuevo Rey. Algunos expertos en Derecho Constitucional pronostican que habrá de transcurrir entre dos y tres semanas para ello, pero hay quien apunta que el Príncipe Felipe puede ser coronado esta misma semana o la próxima.

Casi 40 años después de que volviera a haber rey en España, la situación del país y la valoración de la institución monárquica han dado un vuelco. Hubo un tiempo en que la figura del Rey era intocable, a lo que ayudaba de alguna manera su comportamiento intachable y su gran labor al frente de la Jefatura del Estado, opinión compartida por una gran mayoría y vista con la mayor de las objetividades. Además, eran momentos en que todas las fuerzas políticas -exceptuando a la extrema derecha- se volcaban por devolver a España a la democracia y se renunciaba a otras formas de Estado, como hizo Santiago Carrillo.

Ahora, ni la figura del Rey es intocable, ni su comportamiento en los últimos años -y el de algunos otros miembros de la Familia Real- ha sido intachable, a lo que hay que sumar su cadena de enfermedades, operaciones.... Y aunque en las próximos días se harán valoraciones más sosegadas de su contribución a la Historia de España y en términos generales saldrá bien parado, la Monarquía española está en entredicho. Por más que del actual Príncipe Felipe una gran mayoría tenga una opinión favorable. Pero las redes sociales, ahora mismo, no están paradas y se están anunciando para las 8 de esta tarde concentraciones en todas las ciudades de España a favor de la República y de que se convoque un referéndum para decir sí o no a la monarquía.

Sea como fuere, se acaba una etapa de la Historia de España y se abre otra encarnada por una pareja joven que tiene por delante la tarea de ser Reyes de todos los españoles. Incluso de quienes no les quieren.

Y la infanta Leonor, a sus 8 años, será desde ese momento la heredera al trono de España y la nueva princesa de Asturias.

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