sábado. 27.04.2024
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El pescadero no felicitó a Félix de Azúa

El pescadero no felicitó a Félix de Azúa

Félix de Azúa es escritor y miembro de la Real Academia de la Lengua. Además es licenciado en Filosofía y Letras y doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona, ciudad en la que nació hace 71 años (el último día de este abril recién estrenado cumplirá los 72), aunque desde 2011 reside en Madrid. Colabora en El Periódico de Catalunya y en El País como, leemos en la Wikipedia, “columnista, articulista y agitador cultural”. Los tres 'trabajos' que se le asignan desde luego que se los tiene bien ganados. Incluido el último, “agitador”.

Al menos, así se ha mostrado en una entrevista que publica esta semana la revista Tiempo y que ha tenido su eco en Internet. Sus declaraciones no tienen desperdicio. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido su primer objetivo en forma de dardo. Parece que la regidora barcelonesa es blanco de numerosas críticas, algo, por otra parte, normal, como cargo público que es. Cuando luchaba desde posiciones cercanas a los antisistema, era ella la que, dicho popularmente, “no se cortaba un pelo”, por lo que tampoco le extrañará. Es más, ni le importará.

Sin embargo, lo que ya no es tan normal es que esas críticas resulten despreciativas. Si no hace mucho un concejal del Partido Popular en la localidad de Palafolls la mandó a “fregar suelos”, ahora el filósofo catalán dice que donde mejor estaría es vendiendo pescado. Así se expresa en la entrevista citada: “Una ciudad civilizada y europea como Barcelona tiene como alcaldesa a Colau, una cosa de risa. Una mujer que debería estar sirviendo en un puesto de pescado. No tiene ni idea de cómo se lleva una ciudad ni le importa. Lo único que le importa es cambiar los nombres de las calles”.

Desde luego, la dirigente de Barcelona en Comú tiene mucho por la que ser censurada y seguramente tiene también mucho que aprender de cómo se gestiona una ciudad, más una gran ciudad como Barcelona. Pero ese desprecio de Azúa hacia quien tiene como medio de trabajo una pescadería no se lo merece... quien se gana así la vida. Y, hombre, cambiar los nombres a calles que a veces no se corresponden con los tiempos y el sistema democrático que vivimos tampoco es para censurar. Es verdad que hay mucho que hacer, pero a veces conviene empezar por “lo importante” y dejar para después “lo urgente”. En Madrid, la alcaldesa, Manuela Carmena, perteneciente también a una de las marcas de Podemos, pretende que el Valle de los Caídos pase a denominarse Valle de la Paz, y el Arco del Triunfo, Arco de la Concordia o Arco de la Democracia. No pasa nada por que los ciudadanos los conozcan por nombres más constitucionales.

En todo caso, supongo que Félix de Azúa tenía mal día cuando le hicieron la entrevista... o es que un agitador profesional. Sobre el resultado de las elecciones de diciembre dice que “la gente debe de votar borracha”. Él, pese a votar a Ciudadanos, como confiesa, estaba sobrio el día que fuimos llamados a las urnas. O, a lo mejor, tenía “un puntito”, porque, en caso de que haya que volver a votar, no asegura que de nuevo se decante por el partido de Albert Rivera.

Sin duda, a quien más atiza es a Pablo Iglesias. “Cada vez que cita un libro, lo hace mal”, dice, lo que no deja de ser verdad. Y “han aceptado dinero de los gorilas venezolanos y los verdugos iraquíes”, referido a los dirigentes de Podemos. Está claro que las dudas que tiene sobre el color de la papeleta en la próxima cita electoral, se adelante o no, no incluye a los de la formación morada.

Por cierto, que en su discurso de entrada en la RAE aseguró que, a la mañana siguiente de concederle el honor de ser académico, recibió felicitaciones en la panadería, el quiosco de prensa, el taxista, los conserjes del barrio y hasta en el puesto de frutas y verduras. ¿Significa eso que del pescadero no recibió parabienes?

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Ángel Ocaña Vicente

Director de Cómo funciona, Mi Jardín y Bricolaje y Decoración