miércoles. 24.04.2024
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Opinión

A Juan Luis Álvarez

Perdonen que este comentario esté dedicado a un amigo. A un periodista. A Juan Luis Álvarez.

Seguro que muchos de quienes leen lo que escribo saben, sabían, de sus virtudes, de su calidad humana, de su gran profesionalidad. Para quienes no tuvieron el placer de conocerle, sirvan estas líneas para hacerle próximo ahora. Y, sí, desgraciadamente hablo en pasado porque Juan Luis se ha ido. Tenía 58 años -¡joder, solo 58 años!- y ayer me llegó la noticia de su repentino fallecimiento. Fue a través de las redes sociales, denostadas muchas veces por sus comentarios inapropiados, pero fundamentales en cientos de circunstancias, sobre todo cuando la vida te aleja de aquellos con quienes has compartido alegrías y tristezas, y te reencuentra con ellos.

Tristeza es lo que desde ayer sentimos todos los que nos consideramos amigos suyos. Fue el primer redactor jefe de Huelva Información. Le conocí allá por el año 83, cuando tuve la fortuna de dejar mi Madrid para ir a la que sería, y sigue siendo, mi Huelva (pese al tiempo que ha pasado sin volver y sin comprobar con mis propios ojos la transformación que ha experimentado) y embarcarme en aquella feliz aventura. Con él, y con Fernando Merchán, el primer director del diario, aprendí a ser periodista durante los cinco años largos que allí pasé. Me empapé de todos sus conocimientos... y de toda su alegría, de su forma de vivir. Por que, por encima de todo, era una persona alegre que contagiaba a quien se pusiera por delante.

Desde que ayer José Luis Camacho Malo, otro ilustre de los inicios de Huelva Información, comunicara la noticia, sus amigos, incrédulos, inundaron las redes sociales de recuerdos compartidos con él. Como el que le agradecía que le hubiera llevado de paquete en moto a una boda en La Rábida; o quien le recordaba “subido encima de la mesa (tenía esos puntos), poniéndonos firmes”; o recorriendo la Redacción de la plaza de San Pedro montado en la bici de su peque; o tomando una copa, tras el largo cierre, más llevadero con el café o el chocolate de máquina, movidos con el cúter cuando no salía el palo-cuchara.

Allá donde se encuentre, Juan Luis estará ya inundando de optimismo la Redacción que haya tenido la tremenda suerte de contar con él. Los periodistas que le acompañen, novatos y expertos, dispondrán del mejor espejo en el que mirarse y copiar. Y aportará, como ayer destacaba Fernando Merchán en el homenaje escrito que le brindó, “su talante, su sonrisa, buena persona, compañero y amigo de sus amigos (...), un profesional extraordinario y multidisciplinar”.

¡Qué suerte tienen los que te rodean! Y por lo que me llega desde la distancia, ¡qué triste has dejado a Huelva y a tus amigos de Huelva!

Descansa en paz, Juan Luis.

Ángel Ocaña Vicente
Director Mi Jardín, Bricolaje y Decoración y Cómo Funciona

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