lunes. 06.05.2024
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Opinión

Muy personal, ante las elecciones del 26 de junio

Muy personal, ante las elecciones del 26 de junio

Todas las generaciones tienen su revolución, para denostarla, perseguirla o formar con ella el envoltorio del ideario político de un adolescente. Mis profesores añoraban París en el 68, mis hermanos mayores Portugal, mi revolución cantaba con Mejía Godoy en los pueblos de Nicaragua.  Conocí Managua 27 años después del Concierto de Abril y, aunque apenado por sentir que las causas de aquel movimiento insurgente aún seguían vivas, quise revisar mi ideario por ver qué quedaba en él de adolescente.

Charlas en un esperanzador 2006, defendiendo las políticas de un presidente Zapatero, al que la crisis todavía no había vapuleado, que nos llevaba a jugar con el lenguaje, y la sonoridad del castellano en Centroamérica: “..cada grano fue una bala, para conquistar la paz y levantamos la milpa, para la tapisca de la libertad”. Nuestros granos serán votos, tu milpa mi granero, tu recolección, tu tapisca, mi trilla. Pues no hacen falta balas, porque ahora más que nunca mandan las palabras y las ideologías.

Compartir una ideología que no es patrimonio de nadie, ni de inmovilistas ni de radicales; soy socialdemócrata y mi voto está con el estado de bienestar, el que cimentaron Brandt y Palme y que se adaptaron al nuevo siglo con dos incontestables leyes socialistas, la Ley de Dependencia y la Ley de Economía Sostenible.

Un estado de bienestar atacado desde posiciones sibilinas por la diestra y la siniestra; consolidado para unos, muerto para otros; vivo, en riesgo y en evolución para mi modo de ver la política.

Solidaridad y equilibrio, dos conceptos que los socialistas llevamos a la política, juntos y complementarios; porque es necesario un estado sostenible en el que el  desarrollo económico, social y ambiental conecte recursos, medio y gentes hacia la regulación total de la atención a los dependientes, escalón definitivo y esencial en la adecuada redistribución de la riqueza.

Cuando desde el estado estén atendidos por igual y sin diferencias sociales aquellos que por razones derivadas de la edad, discapacidad o enfermedad, han perdido autonomía física, mental, intelectual o sensorial, los socialistas de esta generación sentiremos que la revolución que nos correspondía ha finalizado.

Pero hacen falta votos, y el mío está con la lista que en Huelva presenta el Partido Socialista Obrero Español y que para el Congreso encabeza José Juan Díaz Trillo, un profundo conocedor de la realidad onubense, al que avalan tanto su trayectoria parlamentaria cuanto su experiencia de gobierno en la Junta de Andalucía. Un hombre de compromisos, un compañero que nunca abandonó el lugar en el que lo pusieron los ciudadanos, y que sabrá mantener en el parlamento el mandato de los ciudadanos de Huelva.