lunes. 06.05.2024
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Opinión

“Erdbeeren mit Schokolade”

“Erdbeeren mit Schokolade”

Fresas con chocolate en el interior de un coqueto estuche con forma de corazón, una iniciativa pionera en el sector fresero onubense que tras la experiencia piloto del "Día de los Enamorados" se confirma con 48 toneladas el próximo 8 de mayo, el día de la madre en Alemania.

"Erdbeeren mit Schokolade" , Jamón de cordero Halal de Cumbres Mayores o el aceite kosher, respetuoso con los preceptos judíos, alargan el proceso productivo , que aparte de acumular valores añadidos en nuestra tierra aumentan el número de jornadas trabajadas, bien por ampliación de contratos, bien por generación de nuevos contratos específicos. Al contrario que la fuga de valor añadido que sufrimos durante décadas, cuando la todopoderosa Riotinto Company saqueaba nuestro subsuelo dejando poco más que una casa de dirección y un barrio en el que controlar al personal asalariado. Mientras que los beneficios generados de la transformación y comercialización del producto final adoquinaban las calles de Glasgow y enlucían las relucientes fachadas de la City londinense.

No dejaron analfabetos. ¡Faltaría más¡

Quiero pensar que estos empresarios locales conforman hoy la burguesía que nunca tuvimos, pues en Huelva, tradicionalmente, la burguesía se ha reducido a los profesionales liberales y, como mucho, al comercio del textil. Parece que los burgueses dueños de los medios de producción autóctonos solo podían crecer en aquello de lo que no nos proveía la RTC.

Y no es que me guste, pero el burgués a la catalana, el que levantó la Plaza Nueva de Vitoria, el ensanche Cerdá en Barcelona o que promovió el ensanche madrileño de Carlos María de Castro, aquel que buscando su propio beneficio exigía mejoras para su ciudad no pudo enraizarse en Huelva. No podemos comparar Madrid, Barcelona o Vitoría con Huelva, pero sin duda sí son comparables los beneficios obtenidos de los más de 130 millones de toneladas de mineral que se embarcaron solo por el muelle del Tinto; pero estos rendimientos no dieron para promover nuestro bienestar. Para Huelva quedaron los depósitos de escoria mineral al aire libre y los sueldos de miseria de los que abominábamos ya en la huelga de 1913.

En fin, en los avatares del capitalismo resultamos una ciudad sin burguesía, en la que los pregonados influyentes no pasaron de chupatintas de lujo y, como mucho, altos funcionarios del capital con elevadas nóminas pero que reducían su capacidad de acción y decisión a los límites que les marcaban los consejos de administración de las grandes empresas para las que trabajaban. Hombres y mujeres de buena fe, no quiero dudarlo, pero con una influencia prestada y limitada a los que sus patrones ponen en su sitio, con un traslado forzoso, una jubilación como la de cualquier otro trabajador o una larguísima cola del paro.

Nuevas alternativas de negocio vuelven a salir del subsuelo y otra vez el capitalismo hace competitiva nuestras explotaciones mineras, pero quiero creer que hemos aprendido la lección, y endulzados con fresas y chocolate, sabremos fijar en nuestra tierra algo de la riqueza que ella ha parido.

Iniciativa social, intolerancia medioambiental, reinversión.
Una iniciativa social que deberá asumir nuestra ya muy vertebrada sociedad civil, coordinada en su totalidad o puntualmente; vigilante tanto de los costes medioambientales – ya hemos pagado bastante – y atenta a que los rendimientos se fijen en nuestra tierra. No pudo ser en 1871 pero hoy es posible o al menos planteable.

Y a las madres alemanas, que pasen un feliz día. Alles Gute zum Muttertag!

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