viernes. 19.04.2024
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Opinión

Colores de luz

Algunos creen que esta semana ha sido la semana de los silencios. En los telediarios hemos podido ver hasta la saciedad a todas y las distintas instituciones guardando un minuto de silencio, de luto nacional. Yo diría que llevamos tres meses de luto y de silencios, silencios ante las malditas cifras, silencios ante las visitas que no llegan, silencios en las noches de angustia por no saber qué va a pasar la semana que viene o la otra, silencios ante lo que ya no se pudo hacer, y sobre todo silencios eternos de las personas que se fueron. Podríamos enumerar los miles de silencios que hemos vivido y seguimos viviendo, silencios de estos meses atrás que ya no serán ocupados ni consolados.

Que nadie se confunda, los silencios son nuestros, pero la voz de la vida también.

Y por eso ahora empezamos a rellenar tanto silencio volviendo a la relativa normalidad, y es que pocas cosas siguen siendo como antes. Tengo que reconocer que cuando salgo a la calle me llena de alegría ver cómo estamos respondiendo a esta “nueva normalidad”. Desde el principio se lanzaron llamamientos virtuales para apoyar a nuestros comercios locales, para hacer que a nuestros hosteleros les merezca la pena abrir sus terrazas, y ahora sales y lo ves, ves muchas terrazas llenas, ves a la gente consumiendo, riendo y disfrutando, compartiéndolo, sintiendo el sol en la cara a veces, y buscando la sombra en otras ocasiones. Y aunque algunos se llevan las manos a la cabeza por las “barbaridades” que estamos haciendo en la calle, lo cierto es que no está siendo de manera generalizada, y vemos como poco a poco también los comercios están aprendiendo y mejorando para tener una mejor prevención.

Pero ir a tomar un refresco o una tapa a un bar yo lo veo como algo más, y es que cuando alguien decide sentarse en una terraza es porque, además de su dinero, va a invertir algo muchísimo más importante en ese comercio, y es la confianza. Cuando una persona se sienta en esa silla ya de base está confiando en que el dueño, camarero o responsable está haciendo lo que tiene que hacer para que no sea peligroso estar allí, estamos confiando en que la desinfección se está haciendo, confiando en que no hay ningún trabajador enfermo trabajando. En definitiva, le estamos confiando nuestra salud y nuestra vida a ese bar, ese comercio o ese establecimiento.

Por eso ahora es tiempo de ser más responsable que nunca, hay mucho en juego, tan irremplazable como la salud o la confianza.

Y es por eso por lo que sigo creyendo en nosotros, porque la fuerza que tiene la bondad y la confianza del ser humano es inabarcable. Y esto está también en las mascarillas. Es cierto que ahora es obligatoria, pero no es menos cierto que antes de que lo fuera ya lo veíamos en la mayoría de personas con las que te cruzabas, aun sabiendo que no era obligatorio, aun sabiendo que te la pones para no contagiar a los demás, que pueden contagiarte a ti, pero tú estás salvando a los demás. El mensaje de “me la pongo para protegerte” es simplemente maravilloso, es un legado de este maldito virus, que estamos derrotando todos juntos, porque cuando nos unimos somos invencibles, porque viene a decirnos precisamente eso, sólo vamos a salir si proteges a los demás, te preocupas por ellos y te pones en su lugar.

Por eso desmoraliza tanto cuando ves a parte de la población entrando en la vieja pelea, rememorando divisiones de nuestra historia. Unos pocos tratan de sacar rédito de esta pandemia y del modo que se está tratando de controlar, y mientras se pierde el objetivo de la unión en una situación histórica tan crítica que estamos viviendo. Y cuando pase, pues ya veremos.

El color negro es la ausencia total de luz, sin luz no se ve ningún color, y el blanco es la mezcla de todos los colores luz, y dime, ¿hay algo más blanco que el uniforme de un sanitario? Bajo ese uniforme están todos los colores, no se distinguen.

No somos diferentes, esto no va de colores, esto va de VIDA.

Feliz y responsable desescalada.

Este es Tu Espacio de Psicología, si quieres que hablemos de algún tema que te preocupe o del que quieras saber más contacta conmigo a través de mi email.

Ana Bella Vázquez Gento, Psicóloga de ciMa Atención Psicológica Huelva.

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