jueves. 02.05.2024
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Opinión

Fuentepiña BIC

Coincidencia o no, lo cierto es que en febrero, en las cercanías del Día de Andalucía, se conoce la noticia de que Fuentepiña, la casa de campo donde Juan Ramón Jiménez pasaba temporadas, a la sombra del gran pino donde Platero fue enterrado, está en proceso de inscripción como Bien de Interés Cultural (BIC) en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz. De esta manera la Junta de Andalucía rescata a este emblemático paraje y a su inmueble juanramoniano del abandono y del olvido. Se le asegura la protección legal con la categoría de Sitio Histórico de los lugares vinculados con Juan Ramón Jiménez en Moguer. Honra el alma de Andalucía este BIC. Cuánto mundo podrá acercarse, emocionarse, fotografiarse al pie del gran pino que sombrea el tejado de la casa de Fuentepiña. Qué acierto. Qué felicidad. Podría ser una coincidencia, digo, pero prefiero mirarlo como un pequeño signo, en lo pequeño está la grandeza como semilla, de que Andalucía celebra que es Andalucía abriéndose a una nueva época, a un tiempo nuevo donde su Naturaleza y su Cultura van a ser las dos caras de la moneda de una floreciente y modélica Economía, la que esta bendita Comunidad nuestra merece.

Ya en el siglo XIX lo dijo el poeta y filósofo estadounidense Emerson(1803-1882), que además de ser una de las figuras más representativas del sistema filosófico llamado "transcendentalismo", fue el descolonizador, el agitador, el cuestionador de los dogmas heredados. Emerson lo dijo muy claro:“el modo de ver la Naturaleza que tiene cualquier pueblo determina todas sus instituciones, y occidente lleva siglos viendo a la Naturaleza como materia prima, como enemigo al que someter, domesticar o conquistar”. Cuando leí la novela “El sueño del celta”, del Nobel Mario Vargas Llosa, pude ver la dramática destrucción ejecutada, por la misma visión de occidente que Emerson denuncia, mediante la colonización en el Congo belga y en la Amazonía sudamericana. Si en vez de esquilmar la materia prima de esos países los poderosos se hubieran ilusionado con crear industria, y justicia social, allí donde se encuentra esa materia prima, el retrato económico político de este siglo XXI sería bien distinto.

La evolución tiene un movimiento pendular. Cada pasito adelante en un ámbito supone uno atrás en otro. Fuentepiña BIC es una señal. Si Andalucía está dando el pasito adelante de entender la economía al servicio de las personas y de la conservación del patrimonio natural, y no al revés, la visión economicista de la Naturaleza no podrá imponernos sus leyes y sus crisis nunca más. Ciertamente, en estos últimos doscientos años casi todos los pasitos “palante” los han dado los tentáculos de la gran finanza y sus adláteres políticos, lo que arroja un penoso resultado ambiental y social. Pero Andalucía es mucha Andalucía. Andalucía, que tiene un alma de Poeta universal, puede decir como Emerson "el sol brilla también hoy. Hay en los campos más lana y más lino. Hay nuevas tierras, nuevos hombres, nuevas ideas. Demandemos nuestras propias obras y leyes y cultos."

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