Las batidas de búsqueda de Francisca y Enrique se cierran sin éxito
Las batidas de búsqueda que de motu propio ha organizado las familias de Francisca Romero y Enrique Fuentes, que desaparecieron el pasado martes en la capital, se cierran sin rastros ni pistas sobre el paradero de los vecinos onubenses ni del vehículo Peugeot, color gris y matricula 8351 HRR, en el que la mujer salió a cenar.
Laura Díaz, hija de Francisca, muestra su desazón por la falta de pistas y la ausencia de novedades en la investigación. “En la Guardia Civil nos dicen que están trabajando, pero no sabemos nada más”. Lo que parece descartado es la huida voluntaria de la mujer que tenía un trabajo fijo como cocinera en el Restaurante La Pinta de Huelva y un fuerte arraigo familiar.
La Guardia Civil mantiene abiertas todas las líneas de investigación, aunque no se han dado más datos que pudieran resultar relevantes para dilucidar qué pudo ocurrir para que ambos vecinos se les perdiera la pista. El análisis de la geocalización de los móviles, el uso de la mensajería instantánea como el whasaap y llamadas entrantes y salientes podrían ser claves, para determinar si ambos llegaron a tener un encuentro y lugar exacto en el que ambos dispositivos dejaron de estar operativos.
La falta de noticias llevan la desazón a la familia de Francisca
Entre tanto, los días pasan y la falta de noticias está llevando la desazón a una familia que continúa haciendo lo posible para que no se apague su busqueda, para lo que se sigue apelando a la colaboración ciudadana para que pueda aportar cualquier pista que logre determinar su paradero.
El rastro de Francisca Romero, de sesenta años de edad, se perdió la noche del martes cuando una vecina la vio salir de su domicilio en torno a las 21:00 horas. Según su familia, Francisca tenía previsto cenar esa noche con Enrique Fuentes pero se desconoce si el encuentro llegó a producirse puesto que el hombre de 73 años también permanece desde entonces en paradero desconocido.