Huelva activa la cuenta atrás para la Semana Santa 2020

Tras el Miércoles de Ceniza, Huelva dice adiós al Carnaval y da la bienvenida al período de Cuaresma. Cuarenta días en los que comercios, establecimientos gastronómicos e industria cofrade cobran impulso preparándose para la fiesta andaluza más tradicional.

El calendario comienza a teñirse de color morado, las iglesias lucen sus altares de culto y el olor a incienso anuncia la inminente celebración de la Pasión, muerte y Resurrección de Jesús.

La Semana Santa 2020 activa su cuenta atrás y las cofradías, sastrerías, tintorerías y artesanías varias aumentan su actividad a un ritmo frenético de cara a una de las fechas más esperadas del año, tanto para ciudadanos de a pie como para los empresarios onubenses.

Días de nervios y de emoción contenida mientras las hermandades ultiman los detalles de un trabajo que se ha prolongado a lo largo de todo el año a la espera del ansiado Domingo de Ramos. Por delante quedan ahora días de triduos, quinarios y septenarios de Cuaresma con las funciones principales, meditaciones, presentaciones de carteles y Vía Crucis. El más próximo, este jueves, 5 de marzo. La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús acogerá la XXVII Exaltación a la Saeta de Huelva, con la colaboración del Ayuntamiento de Huelva y las hermandades de Semana Santa onubense, en esta ocasión la Hermandad de la Victoria.

Este 2020 la Virgen de la Soledad es la protagonista del cartel anunciador de la Semana Grande de Huelva (obra del pintor David Payan Campo). Un gesto especial que homenajea a la titular de la Cofradía onubense en el 75 aniversario de su segregación de la del Nazareno.

Escasas semanas quedan para que las 25 hermandes de Huelva vuelvan a hacer su estación de penitencia en la capital. Este año, como novedad, a la procesión del Viernes de Dolores se suma la nueva Hermandad del Prado en su Dolor. La antigua asociación parroquial ha sido recientemente constituida como hermandad de penitencia e integrada en el Consejo de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Huelva. Aunque la hermandad no realizará todavía Carrera Oficial, continuará haciendo su salida desde el Centro Social de El Higueral.

Y en plena víspera de la Semana Santa, Huelva y la industria cofrade comienzan a revitalizarse.

Costales y capirotes

Cuando arranca el tiempo de Cuaresma, para el onubense Jesús Vieira Roldán llega el período fuerte de encargos. Es cofrade, en las hermandades ha hecho casi de todo: costalero, pertiguero, saetero... por eso, su papelería, desde hace ya varios años, es una de las más conocidas de la capital en la venta de capirotes.

El capirote es, sin duda, una de las señas de identidad de la Semana Grande. Es por eso que los cofrades empiezan en el mes de octubre a encargarlos para la salida procesional de Semana Santa. Sin embargo, es durante el período de cuaresma cuando la actividad en este tipo de negocio comienza a dispararse:

"Desde octubre comienzan a llegarnos los encargos de capirotes (tanto de cartón como de rejilla), incienso y costales, entre otros enseres para las hermandades. Pero, sobre todo, nos especializamos en la venta de capirotes. Y es en el inicio de Cuaresma cuando notamos el mayor repunte de pedidos", asegura.Jesús Vieira cuenta a diariodehuelva.es que el año pasado se hicieron unos 400 capirotes para Semana Santa. "Cuando arranca el tiempo cuaresmal, comienza el trabajo fuerte. Pero es desde el Viernes de Dolores hasta el Miércoles Santo cuando notamos el mayor aumento de pedidos".

Unas ventas que se mantienen estables, dice Jesús Vieira, año tras año: "Se nota mucho cuando las hermandades cambian el hábito. Se ve reflejado a la hora de vender más capirotes. Este año la Hermandad de la Esperanza luce por última vez su hábito antiguo. Un dato que sirve como revulsivo para nuestro negocio de cara a la Semana Santa 2021", afirma Jesús.

Dice el cofrade que lleva con la venta de capirotes desde que pusiera en marcha su copistería en la capital hace 18 años. "Antes se vendían 100 de cartón y 4 de rejilla. Ahora es al revés: 400 de rejilla y 4 de cartón, con precios que van desde los 9,90 € (los más pequeños), hasta 17 € reclamados por las hermandades de Silencio que suelen medir entorno a 1 m.", explica.

Exornos florales

No se entiende la Semana Santa sin ellas. Las flores engalanan pasos y altares regalando color y personalidad a las cofradías que adornan las calles durante las estaciones de penitencia.

En la capital, Antonio Rivera Diseño Floral es uno de los máximos exponentes en la Semana Santa Onubense. "Estamos trabajando para las hermandades desde enero. Tengo a mi cargo 37 hermandades, contando penitencia y Gloria, tanto de Huelva, provincia y Sevilla capital. De penitencia son unas 18. Pese a que nos dedicamos también a otro tipo de eventos como bodas, más del 60% de las ventas de nuestro negocio está dedicado a las hermandades. La Semana Santa supone, cada año, un destacado empuje para nuestro negocio", cuenta el propietario de la floristería.

Tampoco paran ya su actividad en la Floristería Atrio de La Palma del Condado, que trabaja para hermandades de Huelva capital, provincia y Sevilla.

"La venta bruta de lo que facturamos en Semana Santa puede ser 1 tercio de lo que facturamos en todo el año, equivaldría al 35% de las ventas anuales en nuestra floristería", asegura Félix Pérez, propietario de Floristería Atrio.

Lo máximo que puede llegar a gastarse una hermandad en flores para un paso de Semana Santa puede rondar los 2.500 euros, siendo el mínimo unos 600 euros, "dependiendo de las dimensiones del paso y del poder adquisitivo de cada hermandad", cuenta Félix.

"No es lo mismo apostar por flores nacionales que por otras de origen internacional, que por pasar aduana, etc, tienen un coste superior", asegura. Ahora mismo, dicen en Atrio, "lo que más se lleva son las flores de importanción, del exterior. Se trabajan muchas flores de Holanda, Ecuador o Colombia, ya que las hermandades buscan innovar en los exornos florales", cuentan.

Gastronomía cofrade

Cuatro años tiene la Abacería La Abundancia y se ha convertido en toda una institución para los amantes de la gastronomía y el ocio cofrade. Un rincón en el que, además de degustar los platos típicos de Cuaresma, estos días los amantes de la Semana Santa se reúnen para ir abriendo boca a la espera de los días grandes.

"Nuestro bar está abierto durante todo el año pero está muy vinculado al mundo cofrade. Es un lugar de tertulia y disfrute para gente de las hermandades, penitentes, músicos, cuadrillas de costaleros...", cuenta el propietario, Samuel Medel.

Aunque está abierto todo el año y el negocio se mantiene estable, es en esta época cuando los comensales se disparan reclamando platos tradicionales con el bacalao como ingrediente protagonista, sobre todo, "durante los viernes de Cuaresma".

"En cuanto llega el Miércoles de ceniza, comenzamos en nuestro restaurante con el incienso y las marchas de Semana Santa. Es una época que vivimos con mucha ilusión. Comienza a notarse el mayor repunte de la clientela pero es durante la Semana Grande cuando registramos una subida del 60% de las ventas", afirma.

Las torrijas, el lado más dulce de la Semana Santa

Es el dulce por excelencia en Cuaresma y Semana Santa. Dicen que el origen de las torrijas data del siglo XV, hacia finales de la Edad Media, y que este dulce plato fue invento de monjas, quienes preparaban con el pan sobrante un dulce para llenar el estómago y que aliviara el ayuno de carne impuesto en la época de Cuaresma.

Hoy en día es un reclamo gastronómico que toma impulso cuando el mes de febrero se va borrando del calendario.

Julio González García es el propietario de una de las confiterías con más historia de la capital. Confitería del Villar lleva cerca de 36 años elaborando, entre otros dulces, estos manjares de Semana Santa.

"Aunque ya estamos empezando con la venta de torrijas, son los días previos a la Semana Santa cuando comienza la mayor demanda. Hacemos alrededor de unas 5.000 torrijas durante la campaña", cuenta Julio a diariodehuelva.es

Después de Navidad, la Semana Santa es uno de los momentos del año más importantes en esta señera confitería onubense, que prevé superar las ventas de años anteriores porque, dicen, la gente reclama cada vez más este tradicional dulce cofrade.