Una semana de movimientos en el Recreativo
Mientras el Recreativo no acaba de despegar en el apartado deportivo, en la faceta institucional, se esperan movimientos decisivos para los próximos días. Los diferentes actores que confirman el puzle del Decano ultiman sus estrategias con el objetivo de afianzar sus posiciones en torno al club. Nada está descartado, nada es imposible, nada es seguro.
Por un lado, el Ayuntamiento de Huelva, como propietario, debe encontrar un remedio a la actual falta de liquidez del club, que pone en peligro la misma continuidad de José María Salmerón y de algunos futbolistas en caso que los impagos a los profesionales alcancen las tres mensualidades. Y la venta, aunque acapara todos los titulares, es sólo una opción más.
El problema para el Equipo de Gobierno es que, con la cercanía de las elecciones autonómicas y pensando también en las municipales, la oposición está en pie de guerra. Y se antoja difícil que pueda secundar cualquier propuesta que implique un nuevo desembolso de dinero público en las arcas del Nuevo Colombino. Y gobernar en minoría no ayuda.
El margen de maniobra del Consejo de Administración es aún más estrecho. Su incesante búsqueda de recursos financieros no es suficiente para tapar los agujeros de la economía albiazul y desde el presidente al último de los consejeros admiten que hace falta financiación externa. Ahora bien, no comparten el entusiasmo de los políticos por la venta.
A comprar el 90% de las acciones del Recreativo aspira Krypteia Capital. La empresa madrileña ha avanzado posiciones en sus contactos, más o menos informales, con el Ayuntamiento, si bien, la venta dista de estar cerrada. Y el reloj corre en contra, pues el mismo Óscar Romero, presidente de la firma, ha dejado claro que no esperarán más allá de inicios de diciembre.
También debe moverse Eurosamop. Hasta la fecha, Juanma López ha apostado por 'la táctica del avestruz'. Ha obtenido con ello pingües beneficios, pero también ha incumplido el contrato de gestión. Su firma viene gestionando el apartado deportivo, habiendo hecho dejación de funciones en lo social y lo económico. Y hay signos que anuncian que eso va a cambiar.
De los despachos al césped. La plantilla y el cuerpo técnico no entran en esta guerra de despachos, pero sí están por la labor de reivindicar su situación laboral. Salvo un puñado de promesas, no han obtenido nada. Y ya han señalado que proseguirán con sus protestas. Podría haber novedades, salvo que las últimas derrotas aconsejen lo contrario.
Y queda, por último, la afición organizada. La Federación de Peñas ha dado un margen de confianza, tanto al Ayuntamiento como a Krypteia Capital, para que lleguen a un acuerdo. En el Trust, por el contrario, son más beligerantes con los empresarios. Fieles a su ideal, los trusistas no quieren que el club se venda. Apuestan por un 'Recre de Huelva' con todas las consecuencias.