martes. 01.07.2025
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Samuel Medel: "El Ciudad de Huelva ni va a fusionarse ni va a desaparecer"

Por primera vez, un directivo explica la guerra civil que se ha vivido esta temporada dentro del club y que derivó en el descenso.
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Samuel Medel es directivo del Ciudad de Huelva.
Samuel Medel: "El Ciudad de Huelva ni va a fusionarse ni va a desaparecer"

Ha cometido errores y los admite. Pero siempre ha dado la cara. En los buenos y, sobre todo, en los malos momentos. De hecho, Samuel Medel es el primer directivo del Ciudad de Huelva en exponerse públicamente desde el descenso del equipo a la Tercera FEB. Lo hace a título personal, esto es, sin representar la opinión de la Junta Directiva. Y lo hace sin pelos en la lengua.

-¿Cómo una temporada que se prometía tan exitosa, incluso con un posible ascenso a Primera FEB, ha degenerado en una guerra civil dentro del club y en la pérdida de la categoría?
-Ha habido un problema de egos, de aquí mando yo, de aquí se hacen las cosas como yo quiera. Ha habido gente que no ha entendido el rol que debe tener. Y luego, no se puede ser un bien queda, metámonos todos. A veces hay que decir las cosas cuando hay que decirlas y hay que pararlas cuando hay que pararlas. Todos somos responsables de lo que ha pasado, pero el problema principal han sido los egos. El creerse más importante que los demás, cuando en ninguna estructura social nadie es más importante que el resto. Y en un club deportivo, tampoco.

-¿Porqué desmantelaron un equipo que podía ascender y lo sustituyeron por un equipo que tenía pocas posibilidades de evitar el descenso?
-El motivo es económico. Es verdad que la situación interna del club no era buena porque había mucha gente enfrentada, pero el motivo por el que se toma esa decisión es sólo y exclusivamente económico. En su momento se pondrán en claro todos los números y se dará la explicación a todos los socios en una Asamblea.

-¿Cuánto se ha ahorrado el club con esa devaluación de la plantilla?
-Con el cambio de plantilla se han ahorrado treinta y tantos mil euros.

-¿Suficiente para que el club fuera viable o ha habido que poner dinero?
-Todos los miembros de la Junta Directiva han puesto dinero de su bolsillo.

-Los que quedan.
-Sí, los que quedan. No recuerdo bien, pero empezamos catorce o quince personas y ahora creo que quedamos seis o siete.

-Tengo entendido que fue el único directivo que votó en contra de destituir a Antonio Gómez.
-Así fue. Pensaba que la decisión de cesar a Antonio Gómez no era la solución, pues el problema que tenía el club era otro. Bajo mi humilde punto de vista, yo habría abogado por restructurar la plantilla dándonle salida sólo a ciertos jugadores, cuyos salarios eran bastante altos. Y aunque con su marcha el equipo seguramente no habría tenido potencial para ascender, sí hubiera tenido el potencial suficiente para mantener la categoria.

-Se trata de dos desacuerdos fundamentales con la política que siguió el club, ¿por qué no dimitió como hicieron muchos directivos?
-No me he ido porque sencillamente me gusta terminar lo que empiezo. Yo me metí en el Ciudad de Huelva para ayudar y porque tenia y sigo teniendo amigos en la directiva, pues de momento no me he peleado con nadie. Además, cuando un proyecto se tambalea, hay que apoyarlo con más fuerza.

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Samuel Medel es directivo del CDH.

-De haberse conseguido la permanencia, ¿habrían vendido la plaza?
-Yo no habría sido partidario de vender la plaza. En cuanto al resto de los directivos, se lo tienes que preguntar. Pero no había una decision única al respecto. Lo que sí teníamos claro es que de habernos salvado, habríamos montado un equipo para mantenerse en la categoría y le habríamos explicado a los aficionados que el proyecto era mantener la categoría, no contar quimeras.

-¿Ese fue el error de esta temporada? ¿Hacer un proyecto deportivo por encima de las posibilidades económicas del club?
-Totalmente, ese es el error de esta temporada.

-Error atribuible a los directivos, no a los profesionales del baloncesto.
-Error atribuible a la directiva que se reúne en junio y julio y cierra el equipo. Creo que fuimos el primer club de Segunda FEB que cerró su plantilla. Y los jugadores no valen lo mismo en junio y julio que en septiembre.

-¿Cuál era su rol en el club al principio de temporada?
-Yo era el directivo encargado de la logística, lo que incluía la alimentación y el montaje de la barra en los partidos de casa para conseguir ingresos para el club.

-Pues las barras aparecieron y luego desaparecieron.
-Yo siempre he sido honesto y le dije al club cuál es mi 'modus operandi'. Había que montar la barra muy temprano porque como sabéis, me dedico a la hostelería y a partir de las doce de la mañana tengo muchisimo trabajo y no puedo estar pendiente de la barra. Entonces, propuse montar las barras a las ocho y media de la mañana y que a partir de las diez y media alguien del club vigilase la barra hasta que se pudiera dar el servicio por la tarde. Pero al final, en los clubes deportivos, en los clubes sociales, en las asociaciones o en las hermandades, siempre son los mismos los que trabajan, hay muy poca gente que se quiere involucrar.  

-También era el responsable de la alimentación de los jugadores de la primera plantilla, aspecto en el que hubo alguna controversia.
-Hubo un atisbo de controversia. Mi restaurante dona al club la comida de los jugadores, lo que no podemos hacer es satisfacer las exigencias de un jugador que viene con el papel de un nutricionista. Dono la comida dentro de mis posibilidades, a partir de ahí, los jugadores cobran un sueldo, que en algunos casos es muy digno, y si prefieren comidas fuera del menú que yo les pongo, pueden comprársela y cocinarla en casa, que el club les puso a todos los jugadores una casa con cocina.

-Tras la salida de Antonio Gómez, ¿se convirtió en el director deportivo del Ciudad de Huelva?
- (Risas) Yo no me convertí en director deportivo, negando así todo lo que dice mi amigo Javier Castilla. A mi me llaman los representantes de los jugadores de la plantilla de principios de temporada, porque en ese momento hay un vacío en el club y nadie les atiende. Y a mi no me importa coger el teléfono, pues tengo claro que hay que dar la cara siempre, sea para recibir una caricia, sea para que te den una torta. Porque cuando yo tengo un problema con alguien, le llamo, y si no me coge el teléfono, me sienta mal. Y no quiero que la gente se sienta mal conmigo. A partir de ahí, otros agentes se enteran de mi teléfono y empiezan a mandarme vídeos de jugadores, que yo remito al nuevo entrenador, Víctor Pontanilla, que es quien decide. Pero por supuesto, ni me siento el director deportivo del Ciudad de Huelva ni le falto el respeto al título de director deportivo. Soy una persona que ama el deporte, pero que entiende de baloncesto lo justito. Y si hubiera tomado una decisión, que no la he tomado, habría sido normal que me hubiera equivocado.

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Samuel Medel.

-¿Quién fichó entonces a Víctor Pontanilla?
-A Pontanilla lo fichan miembros de la Junta Directiva.

-¿Y quién fichó a los jugadores para la nueva plantilla?
-A esos jugadores los ficha Víctor Pontanilla, que es quien da el 'OK'.

-Se le acusa de haber faltado el respeto a Iñigo Núñez, a sus jugadores y a trabajadores del club.
-No le he faltado al respeto a nadie. Es más, creo que me he llevado bien con todos los jugadores, pese a que hubo algún comportamiento que no me gustó. Por ejemplo, en la última reunión que tuve con Pau (Treviño), Rafa (Salamé) y Alfonso (Ortiz) les intenté convencer para que se quedaran, pero ellos ya habían tomado la decisión de irse, uno por problemas familiares, otro porque tenía mucho miedo a lesionarse y otro porque ya tenía equipo. Pero nunca les falté el respeto. Asunto bien distinto es lo que hicieron algunos jugadores, porque la famosa foto en un bar a la una de la mañana es faltarse el respeto a ellos mismos, no al club. Al club le faltaron al respeto cuando se plantaron, porque entiendo que un jugador que no cobra pueda quejarse, pero plantarse para no entrenar y no jugar estando al día, eso no lo entiendo.

-¿Qué ocurrió con la polémica del autobús?
-Lo del autobús es responsabilidad mía. Pensé que 14 ó 15 personas podían viajar perfectamente en un vehículo de 45 plazas, sin pensar en ningún momento que los jugadores de baloncesto son muy grandes y que iban a estar incómodos. Fue desconocimiento, no como se ha dicho por ahí que yo quería 'joder' al equipo. Luego, cuando me llaman Pau Treviño e Íñigo Núñez, que esa noche sí me llaman, hago la gestión con la empresa de autobuses y nos mandan uno de 55 plazas. Por cierto, el dinero para pagar el autobús lo ponen de sus bolsillos los miembros de la Junta Directiva, porque en la caja del club había cero euros.

-¿Qué relación tiene con Íñigo Núñez?
-No existe. No tenemos relación desde que Íñigo deja de ir a comer a mi casa, parece ser porque él piensa que yo filtré una conversacion que tenemos cuatro personas en el bar donde él estaba. Pero si yo hubiera filtrado esa conversación, quizás Íñigo habría dejado de ser el entrenador del Ciudad de Huelva al dia siguiente.

-¿Votó a favor del cese de Íñigo Núñez?
-Voté a favor de la destitución de Íñigo.

-Se habla de dimisión en bloque de la directiva, de fusionarse con otro club, de desaparición. ¿Cuál va a ser el futuro del Ciudad de Huelva?
-El Ciudad de Huelva está en una situación complicada, pero es viable. Ni se va a fusionar con el Enrique Benítez, ni va a desaparecer. El futuro pasa por una nueva Junta, en la que habrá padres que se están preocupando y quieren pertenecer a la directiva, salir en EBA (Tercera FEB) y que los nuevos busquen un entrenador y hagan la plantilla. Personalmente, no tengo claro que me vaya a desvincular. Voy a seguir apoyando al club, no tan directamente como ahora, pero si los nuevos directivos necesitan mi ayuda, ahí me van a tener.