Aunque el cambio de entrenador no ha producido, por el momento, ningún efecto positivo en el Recreativo de Huelva, sí ha alterado algunos de los roles en la plantilla albiazul. Claudio Barragán viene utilizando prácticamente el mismo once titular que alineaba Alberto Monteagudo, si bien, hay jugadores que han ascendido en el escalafón y otros que han bajado algún peldaño.

En la defensa, por ejemplo, Morcillo ha adelantado a Borja García en la lucha por ser el segundo central. Y en la mediapunta, Carlos Martínez se ha consolidado como primera opción, mientras la progresión que venía mostrando Irizo en el último mes de Monteagudo se ha cortado de raíz con la llegada de Barragán.

Pasar al ostracismo

Pero sí hay dos futbolistas que han pasado al ostracismo tras el relevo en el banquillo, estos son, sin ningún género de duda, Víctor Barroso y Gerard Vergé. Ninguno de los dos ha disputado ni un minuto desde el cambio de técnico. Y ambos ni siquiera han ido convocados en los últimos duelos con el Sanluqueño y la Balona.

Sangrante

Especialmente sangrante es la situación del mediapunta catalán, que con Monteagudo al mando, llegó a jugar 18 partidos, 14 de ellos como titular, para aportar un gol y una asistencia. En cuanto al canterano, sumó ocho encuentros, aunque únicamente dos en la alineación inicial, en la etapa del preparador manchego.

Competencia directa

Barroso y Vergé se han visto eclipsados no sólo por las decisiones técnicas de Claudio Barragán, también por la irrupción de dos de los fichajes invernales del Decano. Son los casos de José Carlos, competencia directa para Gerard, y del panameño Cristian Martínez, competencia directa para Víctor.