martes. 17.06.2025
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Sigue el efecto Garrido: 3.281 donantes de médula ósea en 2017 en la provincia

El llamamiento de José Antonio Garrido cuadruplicó los donantes de médula en 2016, una cifra que se ha mantenido con un ligero descenso en 2017 gracias a la lucha de Marcos Rosa
Sigue el efecto Garrido: 3.281 donantes de médula ósea en 2017 en la provincia

El caso de José Antonio Garrido, el niño de Gibraleón enfermo de leucemia que se recupera tras haber recibido un trasplante, marcó un antes y un después en la donación de médula ósea en Huelva. Si en 2015 los donantes fueron 813, en 2016 -año en el que familiares y amigos de Garrido se volcaron en una campaña para pedir donantes- la cifra se cuadruplicó hasta alcanzar los 3.557 donantes en la provincia, un número que prácticamente se ha mantenido en 2017 con un ligero descenso: 3.281. A ello ha contribuido otro enfermo onubense: Marcos Rosa, que ha logrado un gran impulso con los hashtag #Ayudameaconseguirlo  y #Donatumedula. 

En Andalucía también contribuyó la lucha del marbellí Pablo Ráez, fallecido hace ahora un año. Su llamamiento para pedir donantes hizo que en 2016 se cuadruplicaran con respecto al año anterior: se pasó de los 8.553 a los 33.951. El pasado año volvió a producirse un descenso: fueron 19.923 en toda Andalucía. El caso de Raéz ha tenido repercusiones no sólo en Andalucía sino en toda España, donde el incremento de donantes ha alcanzado la media del 20%, según se aprecia en la siguiente tabla:

La responsable del Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Huelva, la hematóloga María Dolores Fernández, corrobora la importancia de la labor de estos enfermos a la hora de concienciar a los futuros donantes. En lo que llevamos de 2018 se han registrado 211 donantes, "lo que no son pocos y está bien que el registro se incremente poco a poco y que sea algo meditado por los futuros donantes y no el fruto de un impulso", apunta Fernández, para quien "está muy bien la difusión y gracias a ella hay 20 millones de donantes en el Registro Mundial y más del 90% de los enfermos encuentra un donante compatible a los tres meses".

No obstante, María Dolores Fernández es más partidaria de campañas planificadas que de las masivas, del goteo a la explosión de donantes, de la reflexión al impulso porque sabe que desde que una persona se inscribe como donante hasta que llega a serlo pueden pasar diez años o más -o no serlo nunca- y hay quienes se echan para atrás cuando llega la hora de la verdad si no están verdaderamente concienciados. "Hay que recordar que es un compromiso a largo plazo", señala la hematóloga.

Fernández recuerda la importancia de la donación de sangre en todo este proceso: "Estos pacientes han lanzado también el mensaje de la donación de sangre porque han necesitado muchas transfusiones antes de llegar al trasplante".

Los requisitos para hacerse donante han cambiado. Si antes un donante podía registrarse hasta los 55 años, ahora el tope está en 40 años. Eso para entrar en el registro, porque la edad para donar médula ósea se sigue manteniendo en los 60 años. Según Fernández, las razones son que ahora hay más donantes y que la médula de las personas jóvenes es más útil.

Por lo demás, para ser donante sólo hay que estar sano y no ejercer prácticas de riesgo que puedan acarrear el contagio de enfermedades como la hepatitis o el Sida.

Según explica Fernández, cuando una persona decide hacerse donante debe acudir al Centro de Transfusión donde se le entrega información que está disponible en la web de la Fundación Josep Carreras, se le realiza una entrevista para saber si está sano y se le realiza una analítica de la muestra, que se incluye en el registro mundial con los datos personales. Si una serie de marcadores son compatibles con los de un enfermo, se amplía el estudio y, si se comprueba la compatibilidad, se extraen las células madre de la médula y se realiza el trasplante. El donante ideal es un familiar, un hermano por ejemplo, aunque no siempre son compatibles.

María Dolores Fernández señala que los trasplantes de médula ósea "tienen éxito en la mayoría de los casos y es una terapia curativa, elimina la enfermedad".