sábado. 12.07.2025
El tiempo

Piropo sí, violencia no

Pilar Enjamio aborda una práctica que desde el Observatorio de Violencia de Género instan a erradicar. ¿Son positivos o negativos?

Cuando creía estar bajo el efecto de una pesadilla, me dí cuenta de que era una realidad, alguien quería dinamitar de un plumazo en un tema de una seriedad suprema como es la violencia de género un refuerzo positivo como es el piropo, y que abarca innumerables contenidos y se muestra en multitud de facetas como elemento motivador y creador de conductas exitosas. En psicología del deporte no bastan los entrenamientos físicos, un buen entrenador tiene que motivar y premiar. Reforzar las circunstancias de triunfo y de este modo se repetirán y en caso de fallo buscar los motivos y eliminarlos. Así se producirá un alto rendimiento. Con la afirmación desafortunada al límite de que el piropo atenta contra la dignidad de la mujer se ha obviado una palabra tascendental, la autoestima, y recordar que como la persona se ve, está influido por lo que los demás piensan de ella. Palabras como éxito o fracaso, rechazo o aceptación, valoración o ignorancia, alegría o tristeza, triunfalismo o derrotismo, van a ser pieza clave en la formación del concepto de sí mismo. No olvidemos que una de las causas del retraso mental es la escuela, el lugar donde se catalogó y reconoció a la persona como tal con una concepción totalmente desmotivadora que impidió progresar y avanzar a algunos niños que adentraron interiormente una frase... Si ya me consideran tonto, ¿para que voy a luchar? El no premiar o no reforzar conductas en el niño conlleva a la depresión infantil, acompañada de fracaso escolar, ansiedad, inseguridad, miedo extremo, desvalimiento, apatía. Y en cuanto a mujeres maltratadas con síndrome de Estocolmo que sólo conocían el insulto y la humillación y no el piropo este les permitió diferenciar la conducta del que amenaza y no valora del que valora y aprecia .Estas mujeres a las que impedían maquillarse, vestirse y jamás piropeaban sí han podido maquillarse, vestirse y ser piropeadas, alcanzando un valor que no creían tener. Un piropo te estimula a escribir, te borra el desánimo, dibuja una sonrisa en tu rostro. Creo en los diccionarios de la Real Academia debería extenderse y ampliarse la definición del vocablo piropo, dada su incuestionable acción positivizante y energizante.

Pilar 

María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo

Comentarios