Novillada sin emoción

Cuando a una novillada falta emoción es como si a cualquier comida le falta la sal. Vamos, insípida, y eso que dos de los diestros abrieron la puerta grande. Así son las cosas
Texto y fotos: José Luis Camacho Malo
El cabezo, o tendido de los sastres, como ustedes quieran llamarlo, estaba vacío y es que se presentía una tarde más bien sosita. Los novillos dejaron mucho que desear, con menos fondo que una lata de anchoas. Solo se salvaron el cuarto y una mijita el quinto. Con astados que no transmiten nada, poco pueden aportar al espectáculo.
Rafael Serna cortó dos orejas al segundo de su lote con el único novillo que salió con fuerza. En su primero oyó aplausos. Lo más vistoso de la tarde lo hizo diestro.
Emilio Silvera que fue recibido por el respetable con palmas por Huelva, cortó una oreja a cada uno de sus astados. Abrió la puerta grande en un dia memorable para el torero de la tierra.
Rodrigo Molina fue quien tuvo peor suerte en el festejo que abría el mini ciclo Colombino. Fue aplaudido en sus dos astados. Le deseamos mejor suerte para la siguiente ocasión.
Se añora que vengan a este ciclo taurino especialistas periodísticos a nivel nacional. Este año, que sepamos solo ha acudido a cubrir los festejos Sixto Naranjo de la Cadena Cope. En En la foto con Nacho González.
La banda de música, que hace un pasodoble precioso camino del coso mercedario. En la plaza debería tener mas reparo para hacer sonar los instrumentos cuando la faena es sosa y aburrida y no transmite a los tendidos.