Los miembros de Centuria se reúnen 35 años después para homenajear a Pedro Reyes

Los compañeros del cómico onubense dedican un soneto al que fue su compañero y "gran amigo".
Los integrantes del grupo de teatro Centuria, entre ellos Arturo Macías y Valentín Gandásegui, se reunieron en la última noche de Colombinas para homenajear a su creados, compañero y “gran amigo” Pedro Reyes. Sólo faltaron el malogrado cómico onubense y Pablo Carbonell, quien no pudo asistir por motivos de agenda, aunque estuvo presente a través del teléfono y el Whatshapp. De otra forma también estuvo Pedro Reyes, no sólo en el recuerdo y el cariño de sus compañeros onubenses, sino también con su imagen en el gran mural que presidía la entrada de la caseta municipal y en los carteles que figuraban por las distintas calles de Huelva.
El día siguiente de Colombinas “lo dedicamos a recorrer juntos los distintos sitios de la ciudad que nos hicieron volver a vivir los momentos en los que un grupo de chavales iniciamos la gran aventura de disfrutar con del teatro, y tuvimos la gran suerte de que a través de gestiones de un hermano con los sindicatos nos abrieran el local del salón de actos de la antigua AISS donde el grupo Centuria a principio de los años ochenta actuábamos todos los sábados”, señalan los integrantes del grupo.
“Aquello fue como abrir un sarcófago”, añaden, ya que “probablemente desde que dejamos nosotros de actuar casi no se hizo nada allí. Todo sigue igual, aunque recubierto con una pátina de polvo, escombros, desconchones, telarañas, óxido, ruina y desolación”.
Los integrantes del grupo también han querido componer un soneto en homenaje a Pedro Reyes, escrito por Juan de la Cruz Romero:
“Aquí nos tienes Pedro, tú dirás.
Borrosos, solo tres, desdibujados;
¿por ausencias?, ¿por ruina?. Resignados.
Estamos solos. ¿Dónde los demás?
Solo treinta y cinco años, nada más
y los techos, paredes, decorados
se sienten, viejos, vencidos, ajados.
Ayer ingenio, hoy polvo hallarás.
¿Esto qué es?: ¿esto qué es? me pierdo:
Tarzán y el pobre Ernesto con la hebra
del diente de si te vi no me acuerdo.
Aquí estamos el último terceto
sentado en las butacas de la quiebra
en el verso final de tu soneto