jueves. 28.03.2024
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Confirman una condena de nueve años de cárcel por agresión sexual a una indigente

Confirman una condena de nueve años de cárcel por agresión sexual a una indigente

El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva en la que se condenaba a un hombre por agredir sexualmente a una 'sin techo' en plena calle, hechos que ocurrieron en noviembre de 2012.

Según recoge una información publicada por ideal.es, la sentencia del Tribunal Supremo desestima el recurso de casación presentado por la defensa del condenado contra la sentencia dictada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva. El TSconfirma y hace responsable a esta persona de un delito de agresión sexual en concepto de autor y además también confirma que le deberá de abonar una indemnización de 18.500 euros por las lesiones provocadas y las secuelas que le han causado los hechos.

Considera el Tribunal Supremo que no se ha vulnerado el principio de presunción de inocencia del condenado, quien consideraba que la declaración de la víctima "no reunía los parámetros establecidos por la jurisprudencia de ese tribunal para atribuirle credibilidad". Sin embargo, entiende el alto tribunal que "hay prueba de cargo bastante" para inferir el principio de presunción de inocencia y que el hecho de que los restos encontrados en la vagina (zona donde era más fácil el hallazgo de restos seminales del acusado en razón a los hechos) no se correspondiesen con su perfil "no es determinante".

En este punto, considera que "no puede perderse de vista que la versión de la denunciante viene especialmente refrendada por la declaración de los agentes sobre su intervención inmediata en el lugar de los hechos, sorprendiendo al acusado en una posición, con los pantalones bajados, y tumbado boca abajo encima de ella, que también tenía los pantalones bajados".

Asimismo, resalta el hecho de que, aunque la víctima es una persona socialmente marginada, que pasa gran parte del tiempo en una plaza pública, consumiendo cerveza, defendió terminantemente su libertad de determinación sexual y negó rotundamente mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, como mantuvo el condenado.

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