lunes. 04.08.2025
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Crece la preocupación por la entrada de droga en la cárcel por familiares

Crece la preocupación por la entrada de droga en la cárcel por familiares

CSIF destaca las medidas de seguridad y cacheos permanentes con exámenes radiológicos, pero muchas sustancias logran pasar en las comunicaciones y generan peleas entre los reos.

La entrada de droga en las prisiones ha sido desde siempre un problema que a pesar de las medidas de seguridad implantadas, no ha dejado de crecer. En el centro penitenciario de Huelva, como ocurre en otros penales de la península, no sólo tiene un problema interno de consumo de estupefacientes, sino que además la droga motiva no pocos enfrentamientos entre presos, que entre ellos ajustan cuentas.

En este sentido, desde la delegación del sindicato CSIF en la prisión de La Ribera han destacado la "preocupación" existente porque no deja de entrar droga en el centro. "Siempre ha habido entrada de drogas en la cárcel, y lo hacen a través de los familiares en las comunicaciones; por desgracia, piensan que pueden hacer negocios dentro de la prisión", ha asegurado a Diariodehuelva.es José Miguel Huertas, delegado de CSIF en la cárcel.

Por esta razón, no es raro encontrar distintas sustancias estupefacientes en los cacheos y registros que se realizan periódicamente. Asimismo, se realizan numerosos controles en las comunicaciones, que "incluyen exámenes radiológicos" para detectar si los familiares o reclusos esconden la droga en el interior de sus cuerpos.

"Intervenimos mucha droga en estos cacheos y controles, pero la realidad es que no se puede abarcar todo y siempre entra algo, porque la cantidad de reclusos es inmensa", ha afirmado Huertas. Actualmente, el centro penitenciario de La Ribera, construido originalmente para un millar de internos aproximadamente, cuenta con una población de unos 1.600 internos, y todo ello con una "evidente falta de personal" a nivel de funcionarios.
CSIF ya ha denunciado en más de una ocasión esta masificación del penal onubense, y ante una comunidad de reclusos que no hace más que crecer (frente a un cuerpo de funcionarios congelado en número) "la respuesta ante los incidentes es peor".

Y señala José Miguel Huertas que la gran mayoría de las peleas y altercados entre reos se produce por temas de drogas. Además, esta entrada de droga no hace más que empeorar la situación que padecen los internos que han ingresado con alguna toxicomanía, ya que tienen acceso, por ejemplo, a sustancias como la heroína.
Para decenas de ellos existe un grupo del Centro Provincial de Drogodependencias, que asiste a los reclusos toxicómanos con programas de metadona, pero, tal y como lamenta el delegado de CSIF, "la droga sigue entrado y es un problema".

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