domingo. 29.06.2025
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Cáritas alerta del alto número de mujeres que han elegido la prostitución en la crisis

La organización, que acompaña y atiende a 87 mujeres en Huelva, llama la atención sobre el porcentaje de extranjeras, ya que casi ocho de cada diez proceden de otros países como Nigeria, Rumanía y Guinea Ecuatorial
Cáritas alerta del alto número de mujeres que han elegido la prostitución en la crisis

La organización, que acompaña y atiende a 87 mujeres en Huelva, llama la atención sobre el porcentaje de extranjeras, ya que casi ocho de cada diez proceden de otros países como Nigeria, Rumanía y Guinea Ecuatorial

Cáritas Diocesana de Huelva acompaña y atiende a 87 mujeres que ejercen la prostitución en las calles y asentamientos de Huelva a través de sus proyectos de Atención a Mujeres en Situación de Marginalidad (AMMAR) y de atención humanitaria en los distintos asentamientos chabolistas de la provincia de Huelva.

La organización ha detallado que en torno al 75 por ciento de las mujeres que acompaña es de origen extranjero, si bien ha apuntado que en los años de la crisis económica se ha apreciado un aumento de las mujeres españolas que ejercen la prostitución. No obstante, la "desproporción es importante", si se tiene en cuenta que la población extranjera representa un 12 por ciento de la población residente en España.

En cuanto a la nacionalidad de las mujeres, Nigeria, Rumanía y Guinea Ecuatorial están entre los países de origen más frecuentes. Precisamente Nigeria y Rumanía son dos de los países que siempre figuran también entre los principales orígenes de las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, tanto en España como en el resto de Europa.

De manera genérica, el perfil de la persona que ejerce prostitución y que se está acompañando en los proyectos de Cáritas Diocesana de Huelva es el de una mujer joven, de entre 25 y 35 años, extranjera, con un bajo nivel educativo y, en muchos casos, con algún menor a cargo, bien aquí o en su país de origen. Son mujeres que, además, dejan atrás en sus países de origen situaciones de pobreza, exclusión, discriminación e, incluso, violencia.

Asimismo, Cáritas ha constatado que en la difícil coyuntura social actual algunas de las mujeres sólo encuentran como posibilidad de subsistencia para ellas y para sus hijos el mantenerse en el ejercicio de la prostitución. Esta situación explica que algunas de ellas hayan vuelto a esta actividad, incluso después de unos años de haber tenido trabajo, tras haber agotado todas las prestaciones.

Desde Cáritas Diocesana de Huelva han señalado, en base a su experiencia, que el regreso al mundo de la prostitución acontece cuando se atraviesan momentos de dificultad económica, aunque en la mayoría de las veces viene motivado por una realidad de exclusión social.

Cáritas a nivel confederal ha presentado el informe 'La prostitución desde la experiencia y la mirada de Cáritas', en el que analiza la realidad de este grave fenómeno social a partir de las experiencias de vida de las mujeres acompañadas por los distintos proyectos de Cáritas en todo el Estado, y que están en la calle, en los clubs, en los centros de día y las casas de acogida, inmersas en la realidad, recogiendo sus propias palabras y testimonios.

Cáritas apela "a los gobernantes y a las autoridades públicas a no que no hagan oídos sordos ni miren para otro lado ante la vergüenza de esta moderna esclavitud que es la prostitución y que está a la vista de todos", una lacra que reclama de todos que "abramos los ojos a su realidad y escuchemos su clamor”.

Para la organización, la denuncia siempre debe ir acompañada de unas propuestas de mejora, que pasan por "velar por el respeto y la garantía de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas; reconocer el derecho irrenunciable de acceso a un sistema sanitario universal y gratuito; impulsar una educación en la que se dé el protagonismo a los valores de igualdad, solidaridad y derechos humanos; dar mayor visibilidad y mover el foco hacia el cliente y hacia la sociedad, y evitar la revictimización de la mujer; continuar acompañando a las mujeres en sus decisiones, de forma que puedan construir su propio proceso vital e impulsar su autonomía personal; y exigir la persecución, utilizando los instrumentos legales vigentes, de todos los que se lucran con el negocio de la prostitución y de la trata de seres humanos.