El aviso del escritor Manuel Moya que sacude conciencias

Numerosas personalidades, críticos, escritores y amig@s de los libros se están haciendo eco de lo que está pasando con la cultura, también en los rincones más pequeños de nuestra geografía onubense. Y lo hacen al calor de un artículo, compartido en su perfil, que hace el prestigioso escritor, poeta y traductor Manuel Moya.

Por su enorme interés lo reproducimos en nuestras páginas.

Debe saberse, debe conocerse lo que está pasando con esa ola de totalitarismo e intolerancia que los extremistas tratan de imponer .

Desde hace doce años, un grupo de escritores de la Sierra de Huelva, leemos microcuentos en los bares de la comarca durante el puente de la Constitución. Son actos gratuitos e inesperados que nunca duran más de 5 minutos (hacemos ocho bares cada noche, desplazándonos a cuatro o cinco localidades).

Todo iba bien hasta hace dos años. La gente nos escuchaba en silencio y respetuosamente. A veces leíamos para dos personas y otras para 30. Casi todos flipaban con algo tan bonito que a nadie costaba nada.

Pues bien, desde hace dos años es muy fácil que entre el público aparezca un energúmeno/a con actitudes displicentes y arrogantes, tratando de hacernos callar o faltándonos el respeto ante la lejana sospecha de que seamos rojos, porque la cultura es roja, según ha quedado normalizado en la mente de estos retrógrados que nos quieren devolver a la edad media.

Ellos pretenden ser liberales y de derechas, pero no, son curas medievales, talibanes con gomina y cocodrilos tatuados en el pecho. Para ellos pensar es una excentricidad, un crimen, pero hacer pensar es algo revolucionario, intimidador, peligroso. Así es como están las cosas.