viernes. 19.04.2024
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Marcos Arizmendi: “En este país la política es de risa”

Versátil, excelente imitador y gran vis cómica. Así es Arizmendi, a quien podemos disfrutar cada semana gracias al programa de TVE dirigido por el gran José Mota: “Y si sí”; el único programa íntegramente de humor que sobrevive en la parrilla televisiva. 
Marcos Arizmendi: “En este país la política es de risa”

Marcos Arizmendi es, junto al difunto Pedro Reyes, el humorista onubense más grande de nuestra tierra. Versátil, excelente imitador y una gran vis cómica que podemos disfrutar cada semana gracias al programa de TVE dirigido por el gran José Mota: “Y si sí”; el único programa íntegramente de humor que sobrevive en la parrilla televisiva.

El momento dulce que vive Arizmendi quedó demostrado recientemente en el Gran Teatro de Huelva colgando el cartel de completo con el espectáculo “El humor de una noche de verano”, con el que desembarcó junto a Salva Reina y Jandro; trío de genios que logró levantar al público de sus butacas con una enorme ovación.

Entre tanto, amenaza con dar el salto al mundo del cine si cerrar la puerta a otras vías para el humor como internet, donde a través se canal https://www.youtube.com/user/rajb72 sigue soltando sus píldoras de genialidad.

   Su apellido delata que su ADN choquero proviene de su madre. ¿No es así?

Efectivamente, mi padre es de León y mi madre de Zalamea La Real. Yo nací en Huelva, junto al IES La Rabida. Ellos se conocieron en Alemania y a su regreso se casaron en el municipio serrano y se vinieron a vivir a esta tierra que siempre he llevado tan a gala. Mi apellido Arizmendi proviene de mis bisabuelos, que nacieron en Azpeitia.

   Recientemente le hemos disfrutado en el Gran Teatro de Huelva. ¿Se siente profeta en su tierra?

Creo que ese día fue un punto de inflexión en mi carrera. Sobre las tablas del Gran Teatro sentí la emoción más grande que he tenido como profesional: el público entero me cantó el Huelva, Huelva. Es la experiencia más bonita y emotiva, pues percibí en mis carnes todo ese cariño. Yo siempre me he sentido muy arraigado, me entrego y he llevado el nombre de mi ciudad por toda España. Sin embargo, ese momento fue especial, de verdad que me quedé un buen rato incapaz de articular palabra.

   Cada jueves le disfrutamos en el programa de José Mota ¿Y si sí?. ¿Siente que vive su mejor momento profesional?

Siento que tras la pandemia las cosas comienzan a encajar. Hace un par de años todo se quedó paralizado, pero saqué el personaje de Pedro Sánchez en el especial de navidad que le encanto a José Mota. Ahora voy a realizar un cameo en la película El Mundo es Suyo 2, además de grabar la voz de Chiquito de la Calzada para un videojuego online. Entre medias grabe los ocho programas con José Mota, por lo que estoy muy contento. Precisamente en el programa puedo desarrollar mi faceta de actor, no sólo de imitador, humorista o monopolista. Esto me permite seguir preparando mi salto al cine, un arte que me apasiona y que tengo en mente.

¿Cómo es trabajar junto a tal elenco de genios del humor?

Somos como una familia. Soy amigo de Paco Collado, Jaime Ordoñez, Sayago Ayuso, Javier Quero y tenemos como padre creativo a José Mota, que está detrás de las cámaras y dirigiendo. El nos marca la pauta, pero nos da plena libertad para aportar nuestros matices. Dice de mí que soy quien mejor imita a Chiquito del Mundo y ahora a Pedro Sánchez. En cuanto al trabajo en sí, primero grabamos el sketch ciñéndonos al guión, si bien luego filmamos otro en el que tenemos  libertad para aportar nuestro toque más personal. Han sido dos meses de trabajo a todo tren. He quedado muy satisfecho con el resultado y todo el equipo esperamos poder renovar.

   Lleva treinta y un años de profesión, siempre como fiel escudero de los grandes del humor. ¿Se plantea dar el salto con un programa propio?

Eso sería muy heavy… Estoy preparado y es algo que me encantaría, aunque no dejo de aprender cosas nuevas cada día. Entre tanto, me gusta sentirme bien rodeado aunque en el teatro tengo proyectos que espero poder dar a conocer en breve.

   Mucha gente desconoce que dobló la voz del gran Julio Iglesias en la película “El mundo es suyo”. ¿Cómo fue la experiencia? 

Me llamaron de la productora de Alfonso, me dijeron que si sabía doblar al personaje de Julio Iglesias y les mandé un audio, les gustó y terminé participando. Para su próxima película me han pedido imitar a un personaje y haré un cameo. En el mundo del cine tengo muchas ideas y me gustaría llevarlas a cabo en un futuro.

También esta de gira por toda España con el espectáculo “Situaciones Incómodas” ¿Qué puede contarnos de este formato de monólogos?

     Es un formato muy divertido donde me río de las cosas cotidianas. Analizo en clave de humor cuando nos sentimos como pez fuera del agua. En este escenario, me planteo situaciones de la pandemia y durante la cuarentena. Todo con sutilezas y reflexiones de momentos en los que nos sentimos mal y necesitamos salir airosos. Entre medias, introduzco mis imitaciones, canciones en hora y media de espectáculo en la que el público se lo pasa de maravilla.

  La dictadura de lo políticamente correcto ha cercenado la carrera de algunos humoristas. ¿Siente que ha perdido libertad creativa o se ha autocensurado alguna vez ante el miedo de despertar susceptibilidades? 

En el programa de José hay algún que otro sketch que, cuando nos envía el guión, como director dice “esto no se puede decir en televisión” y tenemos que descartarlo. Se ha creado una burbuja de protección en el que no puedes hablar de nada, sabes de antemano que alguien se va a molestar.

A veces esta situación me recuerda al libro de Umberto Eco: “En el nombre de la rosa”, en el que el libro e la risa estaba prohibido. El especial de navidad dedicado a Gila, en la que los humoristas toman el Congreso de los Diputados, es un modo de decir basta.

Antes no ocurría así. Ahora con las redes sociales todo se magnifica. En ocasiones se trata de personas con nombres y apellidos y, en otras, tras un seudónimo desde el que te pone a caldo. En cualquier caso,  yo siempre digo que mi humor es blanco, no sobre paso ciertos límites. En política sí ridiculizo a Pedro Sánchez pero lo hago por igual con Rajoy, Zapatero o Aznar; con Biden o Donal Trump; por que la política de este país es de risa. De todas formas, siempre trato de tener educación y no llegar a molestar, a veces la clave es decir las cosas con gracia.

     A parte de Chiquito de la Calzada, por quien siempre ha profesado una gran admiración ¿Cuáles son los referentes artísticos en los que se ha fijado para perfeccionarse como humorista?

Martes y trece marcó a toda una generación. Después llegarían Cruz y Raya, que para mí ha sido un placer trabajar para José Mota del que me considero un amigo. Ángel Garo fue otro de los humoristas que me marcaron, primero como espectador y luego como profesional. Y, como no, el maestro: Chiquito, a quién tuve la suerte de conocer cuando participé en “Genio y Figura”, momento en el que no era tan famoso y donde descubrí a Tomas Summers, con el que he trabajado más adelante.

   ¿Cómo le ha afectado profesionalmente la pandemia? 

Por un lado mal a nivel económico, pues no he tenido trabajo ni fuente de ingresos, pero a nivel creativo bien. He sacado personajes, he escrito una obra de teatro y una serie para televisión en los que los primeros cuatro capítulos ya están escritos. Además, tenemos pendiente estrenar “Desbaratados”, una obra que en principio se iba a llamar “Crónicas Cómicas Andaluzas” pero que para que en el norte de España no nos encasillaran apostamos por el otro título.

   El humor vende, es una potente herramienta de marketing. ¿Tiene miedo a que se sature el mercado o se devalúe este arte por la accesibilidad tan inmediata que tiene el público de él? 

La accesibilidad permite que la gente te vea donde le da la gana: Tv, tablet, móvil… Es verdad que ha mermado las audiencias pero la gente no por ello quiere dejar de verte. Todo lo contrario, enriquece el que la gente quiera verte en directo. Aun así, percibo que el humor se está dividiendo por edades.