Un enfermo de ELA sacude conciencias: Protesta por una playa de Matalascañas más accesible

José Antonio Moreno lleva unos 20 años veraneando en la playa de Matalascañas, pero este verano no está disfrutándola todo lo que le gustaría.

En diciembre de 2020 le diagnosticaron la enfermedad de ELA, una enfermedad neurodegenerativa progresiva que causa la pérdida del control muscular. Y aunque el verano pasado podía moverse, ya de manera complicada, este año se ve necesitado de su silla de ruedas para trasladarse a cualquier sitio.

Como a la mayoría de veraneantes, bajar a la playa es una de las actividades de las que gusta disfrutar. Pero, a pesar de vivir a escasos metros de la misma arena, cada día tiene que recorrer kilómetro y medio hasta el paseo marítimo para poder llegar a ella. Y aún allí, el acceso también se torna complicado, pues las escaleras instaladas para entrar a la playa no son lo más adecuado para personas con movilidad reducida.

José Antonio se encuentra desde hace un tiempo recogiendo firmas. Asegura que le han llegado a proponer construir una zona accesible en su misma parcela privada, pero lógicamente ni considera adecuado beneficiarse únicamente él de su denuncia, ni que sea su propiedad la zona idónea para abrir un acceso público.

Moreno lo que busca con su denuncia es que las autoridades pertinentes ‘se pongan las pilas’ como han hecho en muchas otras localidades costeras, y que den un acceso a todas esas personas mayores y/o con movilidad reducida, que tienen el mismo derecho que cualquier persona de acceder y disfrutar de la playa.

Para dar un paso más, y con la autorización de la Subdelegación del Gobierno, ha convocado para hoy 12 de agosto una concentración, que será de 18:00 a 20:00. Anima a todo aquel que desee apoyarlo a él y a todos los que necesitan esta accesibilidad, acudan al paseo marítimo de Matalascañas, frente al edificio ‘El Sancho’.