jueves. 25.04.2024
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El afrofeminismo continúa su lucha por la integración de las mujeres negras en Huelva

El afrofeminismo planta cara a la doble discriminación, racial y de género, en el Día internacional de la Mujer Afrodescendiente.
El afrofeminismo continúa su lucha por la integración de las mujeres negras en Huelva

Alika (1996) llegó a Andalucía cuando tenía 9 años junto a sus padres Abdou y Nadjela. Los tres son de Camerún pero sus dos hermanas Musoke y Ayana nacieron en Huelva así que, como ella misma refiere, “son una familia hecha de muchas partes”. 

Aunque reconoce que todo ha cambiado mucho en los últimos años, admite que su integración no fue nada fácil: “Es un choque cultural muy grande para una niña tan pequeña y, aunque hay mucha gente buena capaz de ayudarte, no toda es así”. Después de más de quince años en la ciudad y de haber visto crecer a sus hermanas, Alika sabe que el problema no es dónde naces sino cuál es el color de tu piel y, sobre todo, cuál es tu género: “Mis hermanas son onubenses de nacimiento pero, para una parte ignorante de la sociedad, eso siempre dará igual. El problema eres tú, que eres mujer y negra”.

Para dar visibilidad a personas como Alika y su familia, se celebra cada 25 de Julio el Día internacional de la mujer afrodescendiente también conocido en algunos países como el Día de la mujer afrolatina, afrocaribeña y de la diáspora. Desde 1992, este particular 8M se encarga de denunciar las innumerables situaciones de discriminación sexual y racismo a las que se enfrentan las mujeres negras diariamente.

Desde que se celebrase el primer congreso en República Dominicana, donde más de 400 mujeres afrolatinas reivindicaron un trato igualitario, el movimiento se ha reforzado gracias a la coordinación de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora que se muestra desde entonces, tal y como ellas mismas se definen, “como un espacio de articulación y empoderamiento de las mujeres afrodescendientes para la construcción y reconocimiento de sociedades democráticas, equitativas, justas, multiculturales, libres de racismo, de discriminación racial, sexismo y de exclusión, y promoción de la interculturalidad”.

Invisibilizadas en España

En España actualmente hay dos millones de afrodescendientes españoles según los datos del Alto Consejo de la Comunidad Negra en España (ACCNE) a pesar de lo cual apenas gozan de representación pública ni institucional.

En Huelva, la población afrodescendiente no deja de crecer año tras año. Hace casi una década, la población negra en la provincia representaba un 2,51 % sobre el 9 % del total de población extranjera censada. La mayoría de estas personas provenían o eran descendientes tanto de los países africanos como del África Mediterránea y en su mayoría eran hombres que carecían de estudios o que apenas contaban con estudios primarios lo que hizo aflorar sobre ellos numerosos prejuicios asociados especialmente con la delincuencia.

La tendencia actual, sin embargo, parece hablarnos de un futuro en el que el número de mujeres afrodescendientes está aumentando en la provincia. Muchas de ellas, incluso, han nacido ya en los municipios onubenses después de que sus familias se trasladaran a Huelva años atrás. En otros muchos casos han llegado desde otros puntos de Andalucía procedentes de la migración. 

Todas ellas, jóvenes y adultas, conforman ya un nuevo horizonte en la provincia en el que reclaman más integración a la vez que reivindican sus orígenes.

Desde el ACCNE reconocen que aún queda camino por recorrer para la comunidad negra y especialmente para las mujeres afrodescendientes. Por ello, mantienen abiertas distintas instancias para que el Gobierno reconozca a dicha comunidad como una minoría étnica a través de las cuales se puedan articular medidas de lucha contra el racismo y la desigualdad. Asimismo, la ACCNE ha incluido medidas de reestructuración del sistema electoral, como la inclusión de una circunscripción especial, para aumentar la representatividad de todo el colectivo y su participación e inclusión en la vida democrática, así como del sistema educativo.

A nivel local y autonómico, sin embargo, aún se mantiene la invisibilidad para este colectivo y no existe todavía ninguna mujer afrodescendiente que ostente un cargo público.