viernes. 19.04.2024
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Los asentamientos chabolistas, un laberinto para urgencias médicas y bomberos

La Junta y Protección Ciil actualizan los 'mapas' de estos mini pueblos 'onubenses' para evitar casos graves como el que tiene en el hospital desde hace meses a un inmigrante de 34 años que sufrió un infarto fulminante.
Los asentamientos chabolistas, un laberinto para urgencias médicas y bomberos

Los últimos incendios acaecidos en asentamientos chabolistas en Lepe, Palos o Lucena han puesto sobre la mesa el desconocimiento que (en muchas ocasiones) las autoridades tienen de las rutas de acceso, escape y localización de estos 'mini pueblos' que han ido conformando desde hace dos décadas una provincia paralela. No es tarea fácil pues son núcleos muy cambiantes.

No aparecen en el censo de habitantes, obvio, pero en estos campamentos residen varios miles de personas y algunos de ellos, caso de los de Lepe, Palos o Lucena son más grandes que la mayoría de los pueblos de la Sierra de Huelva o el Andévalo. Y en total hay unos cincuenta asentamientos en plena campaña de los frutos rojos, que ahora se 'despueblan' con la marcha de los temporeros a otras provincias.

En más de una ocasión, los servicios de emergencia, extinción de incendios o auxilio urgente han tenido verdaderos problemas para realizar sus asistencias médicas y sanitarias incluidas. Por no hablar de que a la hora de escapar de un fuego pueden convertirse en ratoneras o laberintos sin salida a la vista.

Al margen de los incendios, ha llamado la atención el caso de una crisis cardiaca grave sufrida por un joven de 34 años al que se le paró el corazón. La tardanza en la asistencia por el desconocimiento de las rutas de acceso le ha provocado lesiones serias y un largo periodo de internamiento hospitalario. No tenía patologías previas conocidas. Esa urgencia ha servido de detonante para que las autoridades reaccionen.

La Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Huelva, a través del Servicio de Protección Civil, acaba de concluir las jornadas de reconocimiento a varios asentamientos de inmigrantes de la provincia, con el objetivo de preparar el estudio anual de accesibilidad para los diferentes operativos que intervienen cuando se producen incendios.

De esa forma, se da cumplimiento a uno de los acuerdos adoptados por la comisión de trabajo de emergencia y de gestión humanitaria en caso de incendios.

Estas inspecciones, que se llevan a cabo anualmente, permiten también comprobar y actualizar la información de la que se dispone sobre estos enclaves. Muchos cambian su fisonomía cada año al estar formados por construcciones móviles.

Los municipios que se han visitado son Lucena del Puerto, Lepe, Palos de la Frontera y Moguer.

En las inspecciones, organizadas por el Servicio de Protección Civil de la Delegación del Gobierno andaluz en Huelva, han participado también efectivos del Plan Infoca, Cruz Roja, Guardia Civil, Bomberos del Consorcio Provincial Contra Incendios, los ayuntamientos de referencia, asociaciones que trabajan con inmigrantes, y el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA).

Una de las tareas que se ha tenido en cuenta es la importancia de unificar los nombres de los asentamientos, ya que muchas de estas áreas son conocidas con nomenclaturas diferentes, lo que dificulta su localización cuando se produce una emergencia. También se ha solicitado a los ayuntamientos que nombren una figura de coordinador para que lidere la gestión de la incidencia.

Un problema mayúsculo

Son unas 3.500 personas, según los cálculos de organizaciones no gubernamentales y de ayuda que trabajan en Huelva, las que viven actualmente en el medio centenar de campamentos de inmigrantes distribuidos principalmente en las zonas agrícolas de Lepe, Palos, Moguer, Lucena y Almonte.

Es como una provincia paralela, con estructura ‘comarcal’, solo que formada por medio centenar de pequeños núcleos de chabolas a modo de ‘municipios’: Vía Verde, Hotel Portugal, La Noria, Cabeza Arias, El Bosque, Cuatro Caminos, Polígono San Jorge, Las Madres, Los Pinos… (así hasta 50) sin agua, ni luz ni servicios de ningún tipo. Y sus ciudadanos proceden del África subsahariana y del Magreb principalmente.