viernes. 26.04.2024
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Un estudiante de Arqueología busca el grial del Condado: el puerto prerromano de Niebla

El estudiante sigue la estela de los trabajos alumbrados por los historiadores Juan Aurelio Pérez y Julián González.
Un estudiante de Arqueología busca el grial del Condado: el puerto prerromano de Niebla

El puerto prerromano de Niebla podría dormitar bajo el subsuelo de los Bojeos, un importante y casi desconocido yacimiento arqueológico que vio la luz en 1975, tras unos movimientos agrícolas a escasos metros del curso del río Tinto. 

Tres décadas y media después un joven estudiante de segundo de Arqueología, Rufino Barroso, oriundo de Bonares, término municipal en el que se emplaza el yacimiento, ha solicitado formalmente a las autoridades una intervención arqueológica que permita indagar y desentrañar los entresijos que aun mantiene en secreto este paraje. La iniciativa, que dispone incluso de una memoria económica y un primer esbozo de los trabajos  a desarrollar, ha sido remitido a la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de Huelva.

Movido por su pasión por la historia y la arqueología, el joven, de tan sólo diecinueve años de edad, toma como referencia de su trabajo a sus admirados  Juan Aurelio Pérez y Julián González, dos de los historiadores que más han estudiado el yacimiento y el Obispado visigodo de Niebla, respectivamente.

Siguiendo sus tesis mantiene que  el material recuperado en los Bojeos demuestra que los primeros moradores podrían remontarse “al segundo cuarto del I milenio antes de Cristo”, como así atestiguan las cerámicas de carena alta y borde exvasado que pertenecían al periodo de Bronce final”. En consecuencia, los Bojeos podrían albergar uno de los  muchos asentamientos cercanos al río Tinto que servían como nudo de comunicación de la población con el Andévalo y la Ría de Huelva, donde se situó “el supuesto puerto desde el que se comercializaba la plata a manos de los comerciantes fenicios”. 

El malecón es otro de los vestigios que aguardan en esta finca, el cual “tenía la función de indicar los puntos donde se controlaba la venta y la distribución de la plata que contribuyó al crecimiento y desarrollo de las poblaciones del entorno”. Una pujanza económica que, a la postre, se demostraría capital a la hora de poner a la antigua Ilipla (Niebla) como epicentro de la comercialización de metales en la provincia de Huelva. 

El joven también nos explica que este florecimiento económico en la época protohistórica cursa su declive coincidiendo con “la desaparición del comercio fenicio en el siglo IV a.C , provocado por la caída de Tiro y la depreciación de la plata tartésica por la apertura de las minas argentíferas en Grecia”.

El hallazgo más importante que ha arrojado el paraje bonariego tuvo que esperar varias décadas. En concreto, no fue hasta 1992 cuando fue descubierta la lápida del obispo Vincomalos, perteneciente al siglo V después de Cristo. Los dos fragmentos del sarcófago se encuentran expuestos en el Museo Arqueológico Provincial de Huelva y conforman la esperanza de que nuevas reliquias de nuestra historia guarden en el subsuelo, como apunta Barroso en el proyecto al que ha tenido acceso este diario digital.  No en vano, el profesor Julián González, de la Universidad de Sevilla, ya documentó la existencia de una diócesis en Niebla a mediados del siglo V, de la cual Vincomalos sería su obispo más antiguo. 

A pesar de todo, en su estudio, Barroso muestra su desazón en la escasa financiación que la arqueología ha recibido en contraposición con el que reciben “los festejos locales”, priorizándose “el folclore por encima de la cultura e ignorando el patrimonio histórico que posee el Condado de Huelva”. 

En sintonía con este análisis, ve necesario invertir en el proyecto arqueológico e investigar los Bojeos para “ampliar el conocimiento de figuras históricas como Vincomalos o Murensis, que resultaron determinantes para el desarrollo y el papel que desempeñó la diócesis de Niebla. De igual modo, insiste que el trabajo de campo que se ha realizado en este yacimiento ha sido “muy superficial”, dejando importantes “cabos suelos” que permitirían completar el puzzle y conocer la cronología que se estableció en la zona desde la época de Vincomalos hasta la actualidad.  

Los secretos e incógnitas que aún aguarda el enclave. 

En base a los estudios desarrollados por Juan Aurelio Pérez y Julián González, el estudiante de Arqueología mantiene tres hipótesis sobre los secretos que les deparará el subsuelo bonariego

1º Puerto de la época prerromana. 

Se ha sostenido la existencia de un puerto fluvial en Niebla desde época prerromana, romana, y medieval. No obstante, los historiadores indican que sería poco probable que barcos de gran calado pudieran navegar hasta la altura de Niebla por las costras ferruginosas y calizas que se van formando en el fondo del río Tinto. En consecuencia, la hipótesis incidirían  que  esta infraestructura podría estar situada en los propios Bojeos, lo que explicaría la larga ocupación del enclave durante la época prerromana y romana. Más tarde y ya entrados en el medievo, el puerto se situaría más al sur, unos kilómetros aguas abajo de Los Bojeos, donde se encuentra el asentamiento medieval del puerto (s.XV-XVI), cuya zona geográfica podría ser un recuerdo de la función del asentamiento. 

2º Asentamiento musulmán. 

El joven tiene una segunda hipótesis de cosecha propia muy fundamentada que apunta que el complejo sería anterior a la invasión musulmana (después de la época de Basilio), cuando tiene lugar la liquidación del sistema de propiedad de la nobleza hispano-goda como resultado de los asentamientos y repartos de tierras a los militares sirios establecidos en el distrito de Niebla. En base a estos datos, podrían hallarse indicios de restos musulmanes en la zona. Para más inri, a escasos 3 kilómetros de Los Bojeos se encuentra el yacimiento de La Barrera, un asentamiento de época musulmán cuya cronología pertenece a la época almohade y que actualmente se encuentra destruido por las obras realizadas en el lugar. 

3º Asentamiento romano. 

Otra de las hipótesis que más fuerza tiene es que su subsuelo albergue restos de estructuras que forma el núcleo de un asentamiento romano en Los Bojeos, como por ejemplo la existencia de los restos de una basílica paleocristiana del siglo III d.C cercana al territorio de la localidad de Niebla.