jueves. 28.03.2024
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Tomás López recopila las coplas de la Nochebuena de Encinasola

El blog de este escritor marocho nos devuelve la musicalidad de estas fechas
Tomás López recopila las coplas de la Nochebuena de Encinasola

Desde primeros del mes de diciembre, las redes sociales cuentan con una nueva iniciativa para divulgar el folklore onubense. La idea ha partido de Tomás López López, profesor, escritor e investigador de Encinasola, quien está recopilando las Coplas de la Nochebuena Marocha en una serie de artículos que está publicando en su blog.

Hasta la fecha se han subido tres entradas a través de las cuales López va dando entrada a canciones relacionadas con la Navidad. Tras una presentación en la que justifica esta iniciativa indicando que, a pesar de “nos asomamos a una Navidad oscura, ensombrecida por mil anhelos que se adivinan imposibles”, propone conocer las coplas que se cantaban en esta época en su pueblo, porque “en la oscuridad hay luz, recuerdos que nos permiten mantener el barco a flote a pesar de la tempestad”.

Con este espíritu, ha preparado un ramillete de coplillas que conocen los más veteranos de la localidad. Siempre ha habido un momento para cantarlas, asociado a la repostería tradicional, a los recuerdos, a instrumentos caseros, a los familiares y a los amigos, y, sobre todo, a la expresión de alegría y conmemoración propio de estas fechas.

La ubicación aislada y fronteriza de Encinasola le ha procurado el mantenimiento de un folklore propio y muy peculiar, que López ha ido recopilando en libros y publicaciones. Las coplas de Nochebuena que ahora rescata son variadas, conservando algunas el sentido religioso de los villancicos, pero extendiendo la temática a otras letras de crítica social, costumbrismo, oficios, amoríos y otras situaciones cercanas a la picaresca.

La primera de ellas está relacionada con la tradición marocha de comer en Nochebuena arroz de gallo, cantándose días antes ‘Échale trigo al pollo, María Manuela, que tenemos encima la Nochebuena. Y el pepinito, y la pepinera, y el tomatito en la tomatera’.

Para la segunda canción, se ha fijado en las ocupaciones laborales, con aquella que dice ‘Del pellejo de una pulga hizo mi padre un pandero, un enjalmo pa la burra y un sombrero pa mi abuelo’, complementándola con ‘Los sastres son mariquitas, los zapateros culones, los del campo son muy brutos, los de la villa, guasones’, que alude a la división que había entre la población que vivía en el campo y los que habitaban el pueblo.

La frontera centra la tercera coplilla, cuyas circunstancias han marcado el patrimonio y la identidad de los marochos. Por ello, no son de extrañar la canción de ‘Cómo quieres castillo que te levante, si te encuentro caído por todas partes’, que fue incluida en un disco del mítico grupo Jarcha; o también ‘Adiós Encinasolita, adiós jardín del amor; en las murallas del Fuerte dejo yo mi corazón’.

Cada entrada es aderezada con un video o pieza musical propia del folklore marocho y andaluz. Entre ellas, se puede disfrutar de ‘El Toronjil’, cantada por el coro local de Campanilleros San Andrés Apóstol, las ‘Coplas de Navidad’ del Nuevo Mester de Juglaría, o incluso grabaciones caseras a grupos de vecinos del pueblo.

Natural de Encinasola, Tomás López cuenta con una amplia trayectoria divulgativa sobre costumbres, folklore, cancionero y refranes de su pueblo y de otras zonas de la provincia, como la de Valverde del Camino, donde vive al ser profesor del IES Don Bosco. En su blog reúne secciones de gran contenido folklórico, como ‘Mientras te canto una coplilla’, a las que ahora suma estas ‘Coplas de la Nochebuena marocha’.

Siempre se ha sentido atraído por los aspectos socioculturales del ámbito rural, investigando sobre las costumbres, tradiciones, folklore, rituales y hábitos de Encinasola y Valverde del Camino. Fruto de esta pasión, ha publicado varios libros, como ‘Encinasola: Retrato de una época’ (2000); ‘Cancionero y tradiciones de Encinasola’ (2002); ‘Si quieres que te cante la Nochebuena…’ (2008); ‘Dicen que Valverde tiene’ (2010); ‘A compás de Palmas’ (2011); ‘La escuela de Encinasola’ (2012); o ‘Desde el aguardo’ (2014).

Sus últimas iniciativas han sido el ‘Diario de un confinado’, en el que va desgranando sensaciones sobre la crisis pandémica que asola al mundo, y la organización anual de unas jornadas de folklore marocho que está consiguiendo recuperar canciones y músicas propias de Encinasola y su entorno.