¿Cómo es María Eugenia Limón?, la mujer que dirige la Diputación de Huelva
Dicen de ella en su pueblo los bartolinos que María Eugenia Limón Bayo es “una mujer valiente”, que “está siempre donde la necesitas”, una “persona tenaz, incansable”, “luchadora” y “comprometida”. Son extractos sacados de su lanzamiento público hacia la Alcaldía, de mil y una definiciones a las que pusieron rostros sus vecinos y vecinas. Y se ve que encandiló al respetable porque ‘Maru’, como cariñosamente le llaman en su pueblo, San Bartolomé de la Torre, sacó el 82% de los votos y 10 de los 11 concejales del Ayuntamiento.
Pero quién es, cómo es la recién investida hoy presidenta de la Diputación de Huelva más allá de esos aburridos currículum vitae que envían los gabinetes de comunicación.
Nace en un año mítico para el PSOE, 1982, cuando los socialistas con Felipe González al frente llegan al poder después de una travesía desértica impuesta por la Dictadura de Franco. Un presagio si.
De familia humilde, su vida no ha sido nada fácil y está trufada con alguna que otra espina del destino. Quizás por ello recurriera a una frase de Ana Frank, la niña judía torturada y muerta por los nazis: Que maravilloso es que nadie tenga que esperar un momento antes de empezar a mejorar el mundo… para lanzar su mensaje inquieto a un pueblo que, ya está dicho, la quiere… y la vota, claro.
Hay frases en un tema musical que delatan su carácter: “La vida tiene tu nombre, mujer de las mil batallas”… “un pasito más, que sí se puede”… “No te sientas sola”… Un estribillo, sí, pero en realidad ha sido como un guión para dar un triple salto mortal con tirabuzón incluido hacia la Presidencia de una institución decimonónica donde, ahora sí, manda esta mujer aficionada al yoga que ha superado una tormenta vital y también la tempestad que su elección ha desatado en el PSOE.
Porque su investidura ha estado precedida de dimisiones y ceses, alternativas, candidatos, firmas y reclamaciones para que un comité provincial socialista jugara también sus cartas. Detrás, bajo la mesa, como siempre, el poder de Madrid y Sevilla. O sea el Federal de Pedro Sánchez y el Regional de Susana Díaz. La balanza se inclinó hacia ‘Maru’ y hoy ha empezado su tiempo político.
María Eugenia Limón Bayo deberá ahora aportar sosiego, templar gaitas aprovechando el enorme poder orgánico y más allá que proporciona una institución como la Diputación, donde los pasillos no acaban en la Gran Vía o Fernando el Católico sino que se extienden desde Encinasola y Cumbres Mayores, en el frío Norte, hasta las cálidas aguas de Punta Umbría y desde Chucena hasta El Granado de la raya, tan cercano a su pueblo.
‘Maru’, dicen de ella en su pueblo los bartolinos, que fue una alumna “brillante, respetuosa, trabajadora y con mucha dedicación”, pero ha aprendido a manejar las nuevas herramientas de la época cibernética.
Curiosamente, cuando nació, en 1982, llegaron a los periódicos de papel los primeros ordenadores Mac. Una revolución para el momento. Porque aún se trabajaba con máquinas de escribir y Linokeys y correos tipo Miguel Strogoff o fotos vía línea telefónica que tardaban horas en llegar.
38 años después, los que tiene ‘Maru’, todo aquello se ha roto. Y la institución que en su día fue la más rancia en abolengo hoy la ha investido ‘on line’ para el gran público. Cosas del futuro que presagió George Orwell y también un poco, a su manera, otro George, Orson Wells.
La nueva presidenta se licenció por la Universidad de Sevilla en Comunicación Audiovisual y realizó estudios de posgrado sobre comunicación. Tras su paso académico y profesional regresó a sus raíces, al terruño provinciano que amaban Baroja y Unamuno y comenzó su trayectoria pública como teniente de alcalde y luego (ahora) como alcaldesa. Se especializó en Imagen, Comunicación y Protocolo y realizó el CAP por la enseñanza de Lengua y Literatura. Pero lleva 13 años en la gestión pública.
Sus credenciales políticas se han centrado en la innovación social, la transformación digital, la gestión pública y gobiernos abiertos, desarrollo de territorios inteligentes, tecnología verde y defensora de valores como la igualdad.
En su discurso de investidura ha dejado clara, cristalina, su hoja de ruta. Priorizará las políticas centradas en las personas, en la igualdad, a donde destinará partidas especiales. Y no se ha olvidado de la Memoria Democrática, tan denostada hoy día desde que VOX pincha y corta en el Gobierno andaluz. Ha prometido crear un Alto Comisionado Especial para la Memoria Democrática.
Sabe que su poder emana de los ayuntamientos a los que dedicará tiempo y presupuesto. Y lanza dardos contra la Junta: para que garantice la cobertura sanitaria de todos los municipios.
El apoyo a los pueblos, a los vecinos y vecinas, pasa también por acabar con la brecha digital. De ahí otra promesa: 2023, fecha para acabar la implantación de la fibra óptica.
María Eugenia Limón, que viene de un pueblo chico, no quiere pueblos de primera y de segunda categoría. Un reto y un aviso para los que ‘abusan’ de su situación metropolitana.
Una lista, un currículum, ya más político y previsible que se completa con un largo recorrido: Fue teniente de alcalde entre 2007 y 2019. Es alcaldesa de San Bartolomé desde las últimas elecciones municipales, donde encabezaba la candidatura socialista y obtuvo un respaldo de casi el 82% de los votos. Desde 2013, además, ha sido diputada territorial en la Diputación Provincial de Huelva. En 2015 se hizo cargo de una vicepresidencia en esta institución con competencias en desarrollo local, infraestructuras y servicios sociales. En 2019 pasó a ocuparse como vicepresidenta del área de desarrollo inteligente, con competencias en innovación, agricultura y desarrollo rural. Recientemente accedió a la Vicepresidencia Primera con responsabilidades también en ámbitos como la gestión de subvenciones. Un paso éste, clave, para acceder al cargo que hoy ya ostenta, la Presidencia de la Diputación.
En el área supramunicipal es igualmente vocal en la Mancomunidad Beturia desde 2011.
Por otra parte, María Eugenia Limón ha sido responsable de Igualdad del Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI) entre 2015 y 2019. En esta misma organización contribuyó a una destacada labor solidaria como vocal y tesorera. De este modo ha participado en diferentes congresos y seminarios mundiales de cooperación y desarrollo local. En la Federación Andaluza de Municipios y Provincias es responsable de la Comisión de Servicios Sociales.
Igualdad y feminismo militante
Actualmente preside el Consejo Provincial de Mujeres, promovido por el PSOE de Huelva para facilitar el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad y promover la igualdad.
En este ámbito es referente en la provincia onubense, donde es activista del movimiento feminista. De hecho ha llegado a representar a España en la Cumbre de Género de 2018 en Ecuador. Colabora en este mismo sentido con la Unión Iberoamericana Municipalista y la ONU en espacios de reflexión y debate sobre mujer y mundo rural.
Su trabajo en Huelva está también muy conectado con su compromiso con la despoblación, a través del fomento de la empleabilidad y la identificación de oportunidades de desarrollo en el ámbito rural. Aquí hay trabajo, porque la Huelva vaciada es cada vez más ancha. Es responsable de la entidad Huelva Empresa, puesta en marcha por la Diputación para apoyar y reforzar el tejido empresarial, lo cual le otorga una excelente experiencia y conocimiento en este campo.
Comienza pues el tiempo de María Eugenia Limón Bayo en una casa grande que desde la llegada de la Democracia se ha convertido en mascarón de proa del PSOE de Huelva y por donde han pasado Jaime Madruga Martín (presidente de 1979-1980), Emiliano Sanz Escalera (1980-1983), ambos de UCD; Manuel Eugenio Romero (1983-1991), Domingo Prieto (1991-1999), José Cejudo Sánchez (1999-2007), Petronila Guerrero (2011) e Ignacio Caraballo (2011-2020).
