martes. 16.04.2024
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Opinión

El planeta Fertiberia. De Mad Max a Erin Brockovich

Polémica decisión del Gobierno sobre la permanencia de los fosfoyesos en Huelva.
El planeta Fertiberia. De Mad Max a Erin Brockovich

Las cifras todos las conocemos, (120 millones de toneladas de desechos que aglutinan la práctica totalidad de los elementos de la tabla periódica, apilamientos de hasta 25 metros de altura, 1.200 hectáreas de terreno contaminado)… también conocemos las fotos espectaculares, los páramos blancos mortecinos, los puntos polvorientos que se ven desde el espacio… hay estudios universitarios, mediciones, referencias al que es el mayor vertedero de Europa… Todos los sabemos, pero nadie actúa.

Es un hecho, algo a lo que el raciocinio más elemental te lleva casi a ciegas. Tapar ese mastodóntico basurero, dejar ese estercolero con tintes radiactivos para siempre oculto bajo el subsuelo de la ciudad no parece una buena idea… (ojos que no ven corazón que no sienten deberán pensar) Pero la realidad estará ahí y más en un escenario de cambio climático como en el que estamos inmersos y donde los cambios en el terreno son probables.

No se trata de asustar a nadie, pero la decisión que ha tomado el Ministerio de Transición Ecológica con un ‘Sí quiero con condiciones’ deja muchas dudas, juega a jugar, a elegir lo más barato, por encima de lo más seguro a dejar en manos del futuro el horizonte de incertidumbre que se dibuja en el planeta Fertiberia.

Para mí, este escenario que se dibuja ahora me recuerda a los paisajes apocalípticos y desangelados de películas distópicas como Mad Max  donde las desérticas carreteras y la escasez de agua dibujan un futuro desalentador sumido en el caos social.

También recuerda a la película Erin Brockovich, porque la masa social, la Huelva reivindicativa, está claramente en contra de esta decisión (la democracia no es perfecta), en aquella película, también con la contaminación como trasfondo. La presión social ejercida por una joven abogada lleva a los tribunales a una gran corporación que tiene que pagar millonarias sumas de indemnización. Aquí, los tribunales, aún condenando el planeta Fertiberia ha sido más bien condescendiente con la multinacional (o al menos esa sensación ha dejado en la sociedad).

Sea como sea, tal y como se están desarrollando las políticas parece que todo se está despejando en beneficio del Planeta Fertiberia, de dejar su rastro imperecedero enterrado como una maldición de la que jamás nos podremos desprender, como una mancha imborrable en el futuro de Huelva que impregnará también a las futuras generaciones.