viernes. 29.03.2024
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De "cerrar el Mandala" a ascender al Cádiz a la Primera División

El onubense Óscar Arias ha guiado el ascenso de los amarillos desde la dirección deportiva. Ya lo logró en el Recreativo, pero su labor en Huelva nunca fue reconocida.
De "cerrar el Mandala" a ascender al Cádiz a la Primera División

El Cádiz CF celebra su retorno a la Primera División, quince años después de la última presencia de los cadistas en la máxima categoría. Un éxito rotundo que tiene en su epicentro a un onubense de adopción. Óscar Arias. Desde su oficina en el Ramón de Carranza, el ahora director deportivo de los amarillos es al fin un hombre de éxito, todo lo contrario que le sucedió en el Recreativo de Huelva.

Aunque nacido en Kassel, Alemania, el 5 de enero de 1966, Óscar Luis Arias Suárez se considera y es considerado como un onubense más. Como futbolista se formó a caballo entre el Ayamonte CF y el Recreativo, donde se convirtió en profesional. Este poderoso centrocampista de 1,80 metros de altura jugó en dos etapas en el Decano: de 1990 a 1993 en Segunda B; y del 2000 al 2002 en Segunda División.

Del césped a los despachos

Aquellos 144 partidos como albiazul, más su paso por el Compostela, Alavés, Lleida y Sporting de Gijón le permitieron conocer los entresijos del fútbol y despertaron su vocación por los despachos. Así que colgó las botas y se puso la chaqueta para integrarse en la estructura técnica de la cantera del Recre. Y tras el fallecimiento de Pepe Rivera se convirtió en director deportivo.

Permanecería en el cargo desde 2004 a 2009, logrando un ascenso a Primera División y dos permanencias en la máxima categoría. Bajo su mandato llegaron al Nuevo Colombino algunos de los mejores futbolistas que jamás hayan vestido la albiazul, como Santi Cazorla, Sinama Pongolle, Beto, Javi Guerrero, Martín Cáceres... Sin embargo, jamás se le reconocieron sus méritos.

Una labor infravalorada

Debido a su peculiar carácter, Óscar nunca tuvo buena prensa. De ahí al ninguneo sólo había un paso. Que si lo único que hizo fue aprovecharse de la herencia de Pepe Rivera, que el verdadero mérito de los fichajes correspondía al entrenador de turno, al representante de moda o al todopoderoso consejero delegado del club... cualquier teoría era buena para infravalorar la labor del director deportivo.

En ese contexto surge la famosa anécdota del Mandala. Cansado de responder todas las noches las llamadas de los periodistas sobre si iba a cerrar tal o cual fichaje, Arias respondió que esa noche iba a "cerrar el Mandala". La conversación trascendió a la luz pública y acabó identificando al dirigente recreativista con ese conocido bar de copas. Como si estuviera siempre allí. Cómo si fuera el único que iba allí.

Ataúd deportivo

El último clavo a su ataúd en Huelva lo puso el descenso a Segunda División, pues entonces sí se consideró que los fichajes fracasados de Akalé, Sisi, Maidana, Nayaf, Ersen Martín, Alan Nef... sí eran responsabilidad del director deportivo. Injustamente tratado, Óscar Arias abandonó los pasillos del Nuevo Colombino en junio de 2009 y hubo quien anunció su final como directivo. No podía estar más equivocado.

Arias tomó la maleta y se convirtió en el secretario técnico de la UD Las Palmas (de 2009 y 2011) y luego, para asombro e indignación de sus detractores, fue reclamado por el mejor director deportivo del fútbol español: Monchi. El onubense llegó a Nervión y ayudó a planificar las campañas de 2013 a 2017, en las que el Sevilla  conquistó tres Europa League, tres Súpercopas de Europa y una de España.

Cesado

Más aún, cuando Monchi marchó a la Roma, el Sevilla ascendió a Óscar a director deportivo, cargo que sólo desempeñó durante una temporada antes de ser cesado. De nuevo en Huelva se pronosticó su muerte deportiva, pero llegó el Cádiz y le contrató por el destituido Juan Carlos Cordero. Eso fue en septiembre de 2018. Un año y diez meses después en La Tacita de Plata están celebrando el ascenso a Primera División.