viernes. 26.04.2024
El tiempo

Agreden con un bastón al director de la Residencia de Mayores de La Orden

El colectivo de trabajadores sociales confirma que se han denunciado los hechos a la Policía. Aseguran que sufren "agresiones y amenazas de muerte" al realizar su trabajo.
Agreden con un bastón al director de la Residencia de Mayores de La Orden

El colectivo de trabajadores sociales de la Residencia de Mayores de La Orden ha denunciado las agresiones que vienen sufriendo por parte de algunos usuarios que conviven bajo la influencia del alcohol y otras sustancias.

Los trabajadores, respaldado por el comité de empresa, exigen que estas personas deben tener cubiertas sus necesidades básicas pero entienden que deben de ser atendidas en un centro bien dotado y especializado en su tratamiento porque en La Orden no cuentan con los medios materiales y humanos necesarios para afrontar su situación.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia del colectivo ha sido la reciente agresión del director del centro social, que el pasado 17 de junio, "al intentar mediar con un residente en estado de embriaguez, recibió de éste un brutal bastonazo que impactó en su cabeza", aseguran en un comunicado enviado a diariodehuelva.es.

Han presentado una denuncia ante la Policía. A esto añaden, según explican en un comunicado enviado a esta Redacción,  "las continuas amenazas contra su persona y la del resto de trabajadores, una de ellas sigue de baja laboral desde hace varios meses por otra agresión".

El colectivo de trabajo social y asistencia recuerda que  "desde el año 2008 este Centro Residencial para Mayores, al igual que el resto de centros de titularidad pública de la Junta de Andalucía, acoge a residentes en situación de exclusión social. Personas desde 60 años que, por una causa o por otra, sufren una situación de desigualdad, sin vivienda, sin recursos económicos, sin apoyo socio-familiar, garantizándoles un recurso social que ofrece una atención integral". Así, subrayan que "muchos de ellos ingresan manteniendo un consumo elevado y diario de alcohol y otras sustancias, y con nula disposición a abandonarlo provocando en multitud de ocasiones situaciones conflictivas, rechazando cualquier intervención profesional que busque su deshabituación".

El colectivo entiende que "indiscutiblemente estos residentes deben permanecer en un Centro que cubra sus necesidades básicas, adecuándose a unos patrones de vida normalizados, con supervisión, apoyo y un seguimiento profesional adecuado y continuado, aunque consideramos que deben hacerlo en un Centro apropiado para ello, que aborde un tratamiento adecuado, ya que, mientras no sea así, todo hace indicar que estas situaciones indeseables se repetirán continuamente, situaciones que alteran de manera significativa la convivencia y tienen que sufrir el resto de residentes así como los trabajadores del Centro quienes tienen que soportar este tipo de conductas, viéndose inmersos en situaciones de inseguridad constantes".

Los trabajadores advierten que "no tenemos los medios técnicos ni humanos para atender con garantías este tipo de conductas disruptivas, seguimos denunciando la problemática del alcohol que dispara el nivel de agresividad, provocando malestar en los residentes, así como en los trabajadores, que observan la impunidad ante hechos tan flagrantes como amenazas de muerte y agresiones, resolviéndose siempre los expedientes disciplinarios con el traslado a otro Centro de estas mismas características en otra provincia, sin resolverse el problema de fondo, pasando el problema a otros compañeros".

El colectivo social recuerda que "lleva reivindicando durante años la mejora de las precarias condiciones laborales y la falta de seguridad. Tenemos derecho a asistir al trabajo sin temor a ser insultado, amenazado o agredido".

En la narración de los hechos acaecidos resaltan especialmente, debido a la gravedad del suceso, que "el día 17 del presente mes el Director del Centro al intentar mediar con un residente en estado de embriaguez, recibió de éste un brutal bastonazo que impactó en su cabeza. A esto hay que añadir las continuas amenazas contra su persona y la del resto de trabajadores, una de ellas sigue de baja laboral desde hace varios meses por otra agresión".

"Somos consciente todos los trabajadores que algún día ocurrirá alguna desgracia mucho peor que la descrita si no se toman ya las medidas oportunas. No es lícito que los trabajadores acudan a su puesto de trabajo bajo amenazas de muerte y con riesgo a ser agredidos", advierten.

Por todo ello, "queremos expresar nuestro más enérgico rechazo ante cualquier manifestación violenta de los residentes, estamos cansados de trabajar en estas condiciones de inseguridad, queremos que se tomen medidas inmediatas y efectivas ante este tipo de situaciones", concluye el comunicado.