jueves. 25.04.2024
El tiempo
Opinión

Héroes de pelo blanco

Quisiera que mis palabras de hoy sirvieran de reconocimiento a nuestros mayores, algunos abuelos, otros vecinos, amigos o simplemente conocidos.

Una mañana diferente, como todas las que últimamente vivimos muchos españoles por la circunstancias que venimos atravesando que no son otras que esta terrible pandemia que a día de hoy se ha cobrado la vida de más de 18.000 personas.

Cuando todo empezaba hablábamos de población más vulnerable y centrábamos nuestra diana en los mayores, en ellos, en ese colectivo al que tanto y tanto le debemos.

En sus comienzos pensábamos y decíamos a nuestros familiares, amigos, vecinos que no salieran, que tuvieran cuidado pero por ninguna de nuestras cabezas pasó que esta vulnerabilidad se convertiría en un altísimo riesgo de muerte que se ha cobrado ya la vida de miles y miles de nuestros mayores.

Quisiera que mis palabras de hoy sirvieran de reconocimiento a nuestros mayores, algunos abuelos, otros vecinos, amigos o simplemente conocidos.

Al escribir una y otra palabra se me pasan por la mente muchísimas imágenes, la mayoría de dolor, otras de impotencia, de rabia y también de alegría. No quiero que estas palabras vayan acompañadas de calificativos de pesimismo sino más que nunca quiero que le acompañen adjetivos de reconocimiento,agradecimiento y amor.

Queridos amigos, mientras escribo con ojos llenos de lágrimas no puedo dejar de pensar en mis padres, padres que en estos momentos también estarían en la diana de este maldito virus a los que veo reflejados en cada uno de los rostros que día tras día vemos en nuestros hospitales acompañados de 'Ángeles de la guarda' o de aquellos que no pueden despedirse de sus familiares o están deseando que llegue el momento más feliz del día cuando se conectan por videollamada con sus hijos, con sus nietos o con el amor de su vida o a aquellos que no tendrán la posibilidad de dar un adiós y enviar un beso antes de que sus ojos dejen de ver un mundo que no soñaron.

Pues sí queridos amigos, en cada uno de esos rostros hay una vida, cargada de sacrificios,ilusiones,sueños,amor,todo lo que durante años nos va marcando nuestro destino.Un destino de vida que termina en todos estos casos junto al dolor de morir en soledad con la única imagen guardada en la retina de lo que fueron.

Son palabras de reconocimiento a nuestros abuelos y abuelas, a los que esta plaga maldita se está llevando, siendo los más indefensos. Ellos, los que vivieron la posguerra, los que levantaron un país de las cenizas, los que nos enseñaron a vivir sin odio ni rencor, los que han ayudado con sus pensiones a mantener a muchas familias y nos han enseñado a no compadecernos de los malos tiempos y echar garra para seguir viviendo.Pues sí, los más indefensos son los que injustamente han tenido este triste final, con todo lo que han hecho por nosotros. No son cifras son sentimientos, son vidas, son personas.

Lágrimas por todos ellos y consuelo para los que no pudieron despedirse. Seguiremos luchando juntos sin descanso contra esta pandemia.

Y me despido con la palabra GRACIAS para todos. Gracias a todas esas personas que se han ganado el estar en un lugar especial en nuestra vida, porque la gratitud en silencio no sirve de nada. Por ello gracias de nuevo a los que lamentablemente no podrán  volver a ver otro lunes.