viernes. 19.04.2024
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Convivencia en tiempos de confinamiento

Convivencia en tiempos de confinamiento

Llevamos tres semanas de confinamiento en casa, y ahora sabemos que tendrá que alargarse al menos dos semanas más. En el mejor de los casos algunos de los miembros salen a trabajar, a hacer las compras o sacar al perro. Aun quitando estas excepciones, son muchas horas las que se están pasando en casa con el resto de miembros de la familia. Cada casa es un mundo, algunos estarán solos, otros conviven en pareja, otras familias tienen hijos pequeños, otras tienen adolescentes y otras tendrán hasta el suegro o suegra en casa.

A lo largo de nuestra vida vamos llevando a cabo estrategias para poder equilibrar nuestro estrés, mantener a salvo nuestras relaciones e incluso para estar mejor con nosotros mismos. Y muchas de esas estrategias tienen que ver con salir de casa. De hecho, una de las estrategias más usadas en terapia de pareja es la llamada “tiempo fuera”, que no es más que irme a dar una vuelta cuando la discusión con la pareja se me va de las manos y la persona, para prevenir descontrol, sale a dar una vuelta a la manzana. Claro que en este estado de confinamiento que nos encontramos es una irresponsabilidad y además puede hacer que volvamos a casa con un regalito en forma de multa nada apetecible.

Socializamos, damos paseos, algunos calman su ansiedad con el deporte, vamos de compras, comemos fuera los fines de semana, vamos con los niños a los parques, nos reunimos en familia, viajamos… todo esto nos ayuda a equilibrarnos, nos ayuda a encontrar nuestro bienestar psicológico y emocional, y ahora no podemos hacerlo. Todo aquello que se hace fuera de casa para sentirse mejor ya no se puede hacer, con lo cual se están acumulando muchas emociones negativas y situaciones conflictivas sin poder recurrir a ese “escape” al que se está acostumbrado, y esto puede afectar mucho a las relaciones en casa. Es por eso mismo que os traigo algunas recomendaciones que se pueden llevar a cabo en casa para mantener la paz y el buen ambiente para que la convivencia sea buena para todos, ya que tenemos que estar confinados, hacerlo con una buena convivencia.

En primer lugar, es muy importante tener un equilibrio entre el tiempo que se pasa en familia y el que se pasa con uno mismo en soledad, si estamos acostumbrados a tener espacios en soledad en circunstancias normales no podemos pasar a estar absolutamente todo el tiempo en familia, porque produciría sensación de agobio y ganas de huir. Sin embargo, es bueno pasar algunos momentos en soledad, dedicarse tiempo a uno mismo. Igualmente tampoco es bueno aislarse y pasar demasiado tiempo a solas, ya que las relaciones sociales y emocionales (en este caso con nuestros familiares) nos aportan cosas positivas como el cariño, compartir cosas, juegos, risas, conversaciones, etc. Por eso lo fundamental es encontrar el equilibrio entre pasar tiempo en familia y hablar contigo mismo en soledad.

Otro aspecto importante que puede ayudar a una buena convivencia es gestionar los conflictos de manera adecuada. En la situación en la que vivimos no nos viene nada bien enfadarnos y llevarnos tres días sin hablar con la pareja, así que tenemos que tratar de resolver los conflictos que tengamos, y cuanto antes mejor, pero no de cualquier manera, porque si una discusión te altera mucho es mejor tomarse un descanso de unos diez-quince minutos y continuar después. También ayuda mucho la NEGOCIACIÓN, cada vez uno elige algo (programa de la tele, videojuego, comida, tarea del hogar, etc.) dentro de lo razonable en las responsabilidades, y los demás ceden, pero con la condición de que todos los miembros de la familia elegirán algo y el resto cederá. La negociación funciona muy bien porque los miembros ceden porque en otro momento conseguirán lo que quieren, y esto provoca el equilibrio, todos los miembros se sienten con la misma importancia.

Ojo con las limpiezas, si bien muchos hogares están aprovechando el confinamiento para hacer la limpieza del año, no es bueno establecerlo como una prioridad absoluta, se trata de que a lo largo del día se hagan cosas tanto de responsabilidades como aficiones. Si pasamos la semana con la limpieza descuidamos ese equilibrio de obligaciones/devociones tan importante para el bienestar psicológico (a no ser que te encante limpiar). Por eso es importante estructurar los días y hacer un poco de todo, mis obligaciones de convivencia y de la casa, pero también planificar mis momentos del día haciendo cosas que me gusten, que me distraen y me entretienen (leer, pintar, tocar algún instrumento, jugar a algo, ver películas o series, escribir, etc.).

Vamos a pasar mucha cantidad de tiempo de casa, pero tenemos que tratar de convertirlo también en tiempo de calidad. Ya vendrán tiempos de estar lejos de los nuestros, de estar trabajando hasta tarde, ya vendrán los “ahora no puedo”, los “tengo prisa, después hablamos”, los “comemos cualquier cosa”, etc. Aprovechemos esta obligada oportunidad para los “cuéntame que te pasa”, “qué te apetece hoy”, “vamos a ver las fotos de la boda”, “hijo, hoy jugamos a lo que quieras”, “hace tiempo que quiero cocinar esta receta…”, y si pensamos, mil cosas más que sólo podemos hacer si paramos la inercia frenética que llevamos, que desgraciadamente volveremos a ella, esperemos hacerlo con la experiencia vivida de que nuestro mayor tesoro lo tenemos en casa.

Hay que estar en casa, elige si sufrirlo o disfrutarlo.

Este es Tu Espacio de Psicología, si quieres que hablemos de algún tema que te preocupe o del que quieras saber más contacta conmigo a través de mi email.

Ana Bella Vázquez Gento, Psicóloga de ciMa Atención Psicológica Huelva.

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