viernes. 19.04.2024
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La cuarentena mejora la calidad del aire en Huelva

La reducción de los desplazamientos y de la actividad industrial por el estado de alarma se traduce en un descenso de los gases contaminantes
La cuarentena mejora la calidad del aire en Huelva

El confinamiento obligatorio por el coronavirus está mejorando la calidad del aire en Huelva y en todas las ciudades. La drástica reducción de los desplazamientos y de la actividad industrial por el estado de alarma se está traduciendo en una disminución de los gases contaminantes.

De hecho, Jesús de la Rosa, del Centro de Investigación en Química Sostenible de la Universidad de Huelva y experto en el estudio de la calidad del aire, asegura que el cielo en Huelva es "como el de un domingo de baja actividad" y que esto lo "van a notar sobre todo las personas con problemas respiratorios".

La Junta de Andalucía constata una calidad del aire buena en la provincia de Huelva en los parámetros estudiados: monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y partículas. Tan solo el ozono tiene niveles admisibles en vez de buenos. Seis estaciones de la provincia tienen en estos momentos una calidad global del aire buena. Son las de Marismas del Titán, Pozo Dulce y Romeralejo, en Huelva capital; las de Niebla, San Juan del Puerto y Torrearenilla, en Palos de la Frontera. Las ocho estaciones restantes presentan una calidad admisible debido a los niveles de ozono antes mencionados.

Jesús de la Rosa publica la evolución diaria de la calidad del aire en Huelva, unos datos que demuestran la mejoría que han experimentado los cielos desde que se inició el confinamiento. Así, cuando se decretó la alarma, el domingo 15 de mayo, el valor promedio de partículas inferiores a 10 micras (PM10) era de 27 microgramos por metro cúbico (los límites fijados por la OMS son de 20 μg/m3 de media anual y los 50 en 24 horas), el dióxido de nitrógeno (NO2) era de 10 microgramos por metro cúbico (los límites son 40 μg/m3 de media anual y de 200 μg/m3 de media en 1 hora). En la siguiente tabla, expone De la Rosa la variación del dióxido de nitrógeno.

El de ozono (O3) era de 64 μg/m3 (el límite recomendado 100 μg/m3 de media en 8 horas). Casi una semana después, el sábado 21, estos mismos promedios descendieron hasta 9, 8 y 59 microgramos por metro cúbico.

El miércoles 18 de marzo se produjo un incremento significativo de estas concentraciones. Las partículas inferiores a 10 micras ascendieron a 66 microgramos por metro cúbico (que el jueves ascendió a 114) y el dióxido de carbono a 10. De la Rosa lo explica por la "calima procedente de Argelia, algo muy común en los meses de febrero y marzo" y que "es polvo natural que se limpió por la lluvia".

El investigador de la Universidad de Huelva señala que "obligatoriamente hemos tenido que parar la actividad y se ha visto que los datos alarmistas de las grandes ciudades se deben al tráfico". Sabe De la Rosa que es algo coyuntural que "durará lo que dure el coronavirus, después volveremos a la normalidad". Aún así, considera que se trata "de un buen experimento de lo que está ocurriendo y a partir de aquí se tendrán que tomar medidas sobre la calidad del aire".