Huelva afronta el coronavirus con dos hospitales cerrados y uno a medio acabar
Con las zonas más afectadas por la pandemia de coronavirus en España (Madrid, País Vasco...) preparando a marchas forzadas y a contrarreloj nuevas áreas hospitalarias, gimnasios, hoteles y otros lugares para habilitarlos como improvisados centros sanitarios, en Huelva se vive una curiosa paradoja. Aquí permanecen cerrados al uso médico y ciudadano el Hospital Blanca Paloma, el Hospital Público de Lepe y a medio terminar desde hace más de dos lustros el centro hospitalario de alta resolución de Aracena. Por no hablar del Chare de Bollullos, que se quedó en un simple boceto y solar vallado.
A los viandantes y vecinos que pasan por la puerta de estos centros a diario se le vienen a la cabeza las imágenes del Gobierno de China construyendo hospitales en poco más de 15 días ante la emergencia del coronavirus que estalló en Wuhan con el año nuevo y se está propagando a la santabárbara por todo el mundo.
El hospital cerrado al público que presenta en Huelva mejor pronóstico y posibilidades de uso es el Blanca Paloma. Cerró sus puertas hace dos años al romperse el concierto entre la Consejería de Salud de la Junta y la empresa José Manuel Pascual. Tiene cuatro plantas disponibles para necesidades médicas y está en perfecto estado de revista y mantenimiento.
Este centro hospitalario privado dispone de cerca de 300 camas y tiene dotaciones médicas para atender a pacientes. Hasta ahora solo funciona como centro receptor de consultas privadas.
La empresa sanitaria Pascual dispone de otro centro en Lepe, el Virgen de la Bella, que fue el destino de algunos integrantes de la plantilla sanitaria del Blanca Paloma cuando cerró sus puertas en 2018. Este centro privado lepero ocupa 8.700 metros cuadrados y 60 camas para ingresos, 17 camas polivalentes y una incubadora. Está en uso.
Hospital público de Lepe
Muy distinta es la situación del otro hospital situado en Lepe. El Centro Hospitalario de Alta Resolución (Chare) dependiente de la Junta de Andalucía lleva construido varios años pero las disputas políticas cruzadas entre PSOE y PP, los incumplimientos, los recortes y los retrasos lo mantienen cerrado. El último lío estalló a cuenta de las conexiones y accesos.
A día de hoy se mantienen los problemas de conexión, con las obras por concluir, y en menor medida los de suministro. El centro hospitalario fue recepcionado en 2016 pero no ha prestado servicio aunque tiene listos hasta los equipamientos, según confirmó el consejero de Salud de la Junta de Andalucía tras la última visita a las instalaciones leperas.
La Junta ha invertido en estas instalaciones cerradas al uso público 21 millones de euros y otros seis en equipamiento hospitalario.
En agosto de 2018, la Junta ya confirmó que el centro estaba totalmente equipado a falta únicamente de los accesos en disputa.
Este centro hospitalario público fue diseñado para prestar servicio a los vecinos y residentes en la Costa de Huelva: Ayamonte, Cartaya, Sanlúcar, Isla Cristina, San Silvestre, Villablanca y responder a los conciertos sanitarios con Portugal.
El Hospital fantasma de Aracena
Pero el centro hospitalario que peor futuro presenta es el de la Sierra. Ubicado en el término municipal de Aracena, se colocó la primera piedra nada menos que en 2008 aunque se abandonó por completo su construcción con la mitad de la obra ejecutada.
Hoy por hoy es un esqueleto con ventanas y de hormigón que se alza en mitad de la dehesa que le rodea.
La última noticia de este hospital fue una nueva promesa realizada por el actual Gobierno andaluz de retomar las obras, aunque sin fecha. Antes, el gobierno socialista también anunció en varias ocasiones su intención de agilizar las obras de este hospital fantasma.
