viernes. 29.03.2024
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Opinión

La esclavitud invisible

Chema García hace un balance sobre las declaraciones del relator de la ONU acerca de la situación de los temporeros que trabajan en la fresa
La esclavitud invisible

“No hay interés en trabajar”, decía algún empresario de Huelva, hace unos meses, ante la falta de mano de obra local para recoger la fresa. Parece que alguno confundía el trabajo con la esclavitud. Basta escuchar a Philip Alston, relator de la ONU sobre Extrema Pobreza y Derechos Humanos, diciendo que los temporeros de algunas explotaciones “Viven como animales, en condiciones peores que un campamento de refugiados”.

Lo triste es que hay quienes se creen que tienen un látigo en la mano cuando, en realidad, en vez de un látigo, sujetan un hilo de una marioneta que maneja el mercado.