miércoles. 01.05.2024
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Decenas de personas recuerdan a la víctima del incendio del asentamiento de Palos

Unas 60 personas han asistido este domingo a un acto en homenaje del joven de 24 años de origen marroquí, Toufik Alasal, que falleció en el incendio de Palos de Frontera hace una semana.
Decenas de personas recuerdan a la víctima del incendio del asentamiento de Palos

Unas 60 personas han asistido este domingo a un acto en homenaje del joven de 24 años de origen marroquí que falleció en el incendio de Palos de Frontera.

Vecinos, familiares y allegados han recordado a Toufik, que llegó a la provincia con una mochila cargada de sueños y que murió "a causa de la miseria en un municipio español, que presenta superávit en su presupuesto municipal año tras año", reza en un texto distribuido entre los asistentes.

El asentamiento chabolista ha sido este domingo el punto de encuentro de asociaciones sociales, el colectivo de Poetas por la Paz de Huelva, amigos, familia de Toufik y vecinos de Mazagón.

El acto, emotivo a la par que reivindicativo, ha contado con la lectura de poemas y comunicados y, finalmente, un minuto de silencio en la memoria de este joven.

Según las organizaciones convocantes, el objetivo de este acto ha sido llamar la atención y denunciar cómo viven los empleados del sector fresero en Huelva. "Es una situación lamentable, en un país donde los trabajadores tienen unos derechos", ha comentado, lamentando que este chico, "que vino en búsqueda de una vida mejor, murió a causa de la miseria".

"Cómo es posible que alguien, viniendo de un país donde no tiene unas perspectivas de tener una vida digna, muera a causa de las condiciones indignas donde vive", se han preguntado. "Hacemos un llamamiento a quien corresponda, administraciones y empresarios, para que no vuelva a ocurrir", han reivindicado.

Los vecinos de Mazagón que han asistido a este acto han recordado a Toufik como un buen chico que cuidaba de una madre enferma. "Hace un año salió de su pequeña aldea natal en busca de una vida digna, por eso, decidió viajar a Europa", se recoge en el comunicado leído por los vecinos de Mazagón, en el que insisten en que Toufik "llegó a España con una mochila cargada de sueños, atraído por la idea de la tierra de la prosperidad y las oportunidades de la que, seguramente, había oído hablar mucho antes de partir".

"Quién podría imaginar que Toufik moriría a causa de la miseria en un municipio español que presenta superávit en su presupuesto municipal año tras año", se han preguntado, al tiempo que afean que "el lucrativo negocio de la fresa onubense es incapaz de asegurar un derecho tan básico como un techo seguro, a los miles de trabajadores que necesita un cultivo intensivo".

"Quién puede imaginar que un país moderno y democrático del siglo XXI sea capaz de violar todo el cuerpo legal que protege los derechos humanos y los derechos de los trabajadores, abandonando a su suerte a miles de personas que están produciendo riqueza para esta sociedad", han criticado.

El colectivo de Poetas por la Paz de Huelva ha dedicado al joven unos versos:

"Vino Toufik Alasal

de la fuente de la luz, Moulay Bousselham,

al sur de Larache,

para beberse el deseo

con el cielo en sus ojos,

y la boca inundada de miel,

y 23 años a sus espaldas,

lloran en silencio las madres del mundo,

mientras la vieja utopía duerme su borrachera,

bajo la alfombra,

a la sombra oscura de una antigua quimera".

Toufik Alasal, joven de 24 años de edad de origen marroquí, perdió la vida en el incendio de un asentamiento de chabolas en el polígono industrial San Jorge en la madrugada del sábado 14 de diciembre, en Palos de la Frontera (Huelva). El incendio calcinó unos 300 metros del asentamiento, afectando a las infraviviendas de unas 20 personas.

En el texto, los asistentes advierten que "la exclusión social no solo condena a la pobreza y a la precariedad a las personas inmigrantes. También obstaculiza la relación con la sociedad de acogida, la interacción y el conocimiento mutuo tan necesarios para una sociedad más justa, más solidaria y más tolerante".

Ni las llamadas de atención de las asociaciones que trabajan sobre el terreno, ni las recomendaciones de la figura del Defensor del Pueblo Andaluz, ni las denuncias continuas de algunos partidos políticos y sindicatos,  ni las peticiones de los propios afectados  han servido durante más de veinte años para modificar esta situación, recuerdan.

"Como ciudadanas y ciudadanos de un país democrático exigimos a las administraciones públicas y a los empresarios del sector que dejen de practicar  un  capitalismo salvaje que trata a las trabajadoras y trabajadores como mercancía de usar y tirar. Y que escuchen a los agentes sociales y políticos  con sus múltiples propuestas para acabar, de una vez, con la vergüenza del chabolismo", concluye el texto.