viernes. 19.04.2024
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La contaminación por ozono troposférico irrumpe en ‘zonas limpias’ de Huelva

Especialistas en calidad del aire, científicos y organizaciones ecologistas piden a la Junta de Andalucía que se tome en serio y potencie la información ciudadana sobre un problema que afecta principalmente a la salud de enfermos crónicos, niños, mujeres embarazadas y ancianos.
La contaminación por ozono troposférico irrumpe en ‘zonas limpias’ de Huelva

En verano de 2017 la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva tuvo que activar el protocolo de prevención ante la alarmante superación de los parámetros permitidos por contaminación atmosférica por ozono troposférico. La alerta duró tres días y se produjo el episodio en el entorno de El Arenosillo, en Moguer, donde se encuentra uno de los laboratorios mundiales que precisamente se encargan de medir la presencia de este potente oxidante en la atmósfera. Los valores registrados superaron los 185 microgramos por metro cúbico, cuando la normalidad se encuentra entre los 120 y los 180 microgramos por metro cúbico en media horaria, el nivel alto entre 180 y 240 y el muy alto a partir de 240 microgramos. Algunos especialistas llegaron incluso a barajar la evacuación preventiva de haber continuado el episodio contaminante. Estaba en juego la salud de las personas, sobre todo enfermos crónicos, ancianos, niños y mujeres embarazadas.

Las noticias referentes al ozono se dan como si se tratase de un chaparrón, preferentemente en verano, los meses más sensibles por el efecto de los aires saharianos, el calor, los precursores contaminantes de tráfico e industriales, aunque la incidencia sobre la salud de las personas es cada vez más patente.

Paradójicamente las zonas rurales se están viendo más afectadas por este fenómeno al mover los vientos los contaminantes de tráfico e industriales (precursores) hasta las zonas de interior de la provincia onubense. De ahí que la vigilancia se extienda además de El Arenosillo, junto a Doñana,  y Huelva, hasta Cartaya y Valverde. No estaría de más ubicar una nueva estación de vigilancia y control de calidad del aire en el Cerro de San Cristóbal (Almonaster la Real), en el centro de la Sierra de Aracena, que junto con Cerro Bonales (Arroyomolinos de León) son el techo de Huelva, con 1.000 metros de altura, creen los especialistas. La situación está siendo tan preocupante que  el Gobierno plantea ya un Plan Nacional del Ozono.

Para informar sobre la perniciosidad y las consecuencias sobre la salud de las personas de la contaminación por ozono, Ecologistas en Acción y la Universidad de Huelva organizaron una jornada en la que participaron el catedrático de Geoquímica de la UHU, Jesús de la Rosa, y el portavoz de Ecologistas en Acción en esta materia, Iñaki Olano.

El profesor De la Rosa, integrante y uno de los responsables del equipo de investigación de la Unidad Asociada al CSIC -UHU Contaminación Atmósferica del Centro de Investigación en Química Sostenible, protagonizó una charla informativa sobre la calidad del aire en Huelva, incluyendo un repaso histórico a las emisiones y partículas contaminantes procedentes de la industria química y una visita de campo a la cabina de vigilancia que gestiona su Departamento y donde precisamente se controla la medición del ozono en Huelva capital.

Aunque  el problema del ozono troposférico afecta a 38 millones de personas en España según las recomendaciones de la OMS y a 13 según el objetivo legal, incluyendo Andalucía, Extremadura, Baleares, interior de Cataluña, País Valenciano, Murcia, Madrid y Sevilla, (la capital andaluza es una zona muy afectada en verano) la situación de Huelva se vuelve especialmente sensible a esta problemática. Por su situación geográfica y al estar rodeada de centrales térmicas, refinerías de petróleo, además del tráfico y el uso de fuentes contaminantes.

Durante la Jornada informativa, se puso de manifiesto que en Huelva, el contaminante que actualmente presenta una mayor extensión y afección a la población es el ozono troposférico, cuyos niveles están aumentando en los últimos años, en parte por la tendencia al incremento en verano de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor), resultado del cambio climático.

Según la información aportada en el encuentro de la Facultad de Ciencias Experimentales, “en los últimos años, en buena parte de la provincia de Huelva se han rebasado los objetivos legales para la protección de la salud y para la protección de la vegetación, así como las recomendaciones de la OMS”.

Se trata de un problema específico de la Europa mediterránea, dado que el ozono “malo” se forma en verano en la superficie terrestre, por efecto combinado de la radiación solar y las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles (COV) a partir de la combustión de carbón, petróleo o gas en centrales eléctricas, vehículos a motor y calderas urbanas e industriales. Otra característica particular de la química del ozono es que éste se acumula a una cierta distancia de las fuentes de sus precursores, por lo que afecta mucho más a las zonas rurales y periurbanas que a las ciudades. De ahí que los episodios más graves conocidos hasta ahora se hayan dado en zonas aparentemente limpias como El Arenosillo, junto al Parque Nacional de Doñana.

Durante el día, la brisa de mar arrastra hacia el interior las emisiones de NOx y COV del tráfico urbano y de las instalaciones portuarias e industriales del polo químico de Huelva, activándose la formación de ozono a lo largo de la tarde.

Las últimas estimaciones de la AEMA y la OMS sobre la repercusión sanitaria de la contaminación por ozono son muy preocupantes. Elevan en el año 2014 hasta 14.400 las muertes prematuras en Europa, 1.600 de ellas en España.

El ozono provoca también importantes problemas a la vegetación o bien disminuye el rendimiento de los cultivos, siendo según la AEMA, Italia y España los dos países europeos con mayores daños sobre la agricultura. De hecho, algunos especialistas comienzan a relacionar el agravamiento de la seca de la encina que arrasa el Andévalo onubense con el ozono troposférico.

Iñaki Olano, de Ecologistas en Acción, opina que a pesar de lo expuesto, la Junta de Andalucía “está incumpliendo sus obligaciones legales en materia de información, control y prevención de la contaminación por ozono, renunciando a reducir las emisiones del transporte y la industria en el marco de unos Planes de Mejora de la calidad del aire que en Huelva nunca se han llegado a elaborar para este contaminante”.

En este contexto, Ecologistas en Acción está desarrollando durante la primavera y el verano de 2018 una campaña de sensibilización sobre los elevados niveles de ozono, para que se adopten políticas decididas de reducción de los precursores, en el transporte y la industria. La finalidad de la Jornada es, pues, informar a la población del problema, reclamando soluciones a la Administración.