El PGOU de Huelva, una amenaza para el comercio al disponer el doble de superficie que la media nacional
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Huelva contempla una superficie comercial de hasta 645.350 metros cuadrados, lo que supone un total 4,30 por habitante, esto es, más del doble de la media nacional, que se sitúa en 2,1o metros cuadrados de superficie comercial por habitante.
Así se establece en el propio PGOU de la ciudad, aprobado en 1999, cuando Huelva ya disponía de una superficie comercial construida de 377.790 metros cuadrados, de los que 305.190 se dedicaban al comercio tradicional y los 72.600 restantes a grandes complejos comerciales, que a su vez se repartían entre los 3.000 de Escode (UE 16), los 20.000 del sector 7 (Zona de Carrefour), los 22.600 de Hipercor, los 18.000 de Aqualon Puerto y los 9.000 del Polígono Pesquero Norte.
Sin embargo, el PGOU contemplaba ya entonces la posibilidad de levantar grandes complejos comerciales en otros 267.560 metros cuadrados situados en ocho sectores diferentes, de los que en cuatro aún no se ha construido nada, como son el PERI de San Antonio (se contemplan 15.000 metros cuadrados), el Estadio-Plaza Houston (24.300), la Nueva Estación del AVE (15.000) y el PAU 1 de Marismas del Titán (106.000). El que más llama la atención es este último, ubicado en el Ensanche Sur, pues para un sólo gran centro comercial se contemplan 106.000 metros cuadrados, esto es, seis veces más de suelo que los 18.000 metros cuadrados que ocupa Aqualon.
A esto hay que sumar que ya se han construido grandes comercios en el resto de la superficie comercial prevista por el PGOU de 1999, como el sector 7 de Carrefour, donde se contemplaban otros 46.950 metros cuadrados; el Polígono Pesquero Norte (otros 24.000); el sector 5 de Pérez Cubillas (20.000) o el sector 6 de Venta Álvarez (16.300).
Expertos en urbanismo consultados por el diariodehuelva.es consideran que esta superficie comercial disponible supone una "amenaza" para el sector, tanto para el pequeño comercio como para el de las grandes superficies, pues la disponibilidad de tanto suelo destinado al comercio, muy por encima de la media nacional por habitante, da inseguridad al comercio existente, hasta el punto de que el desarrollo comercial de la ciudad ya ha provocado el cierre de no pocos establecimientos.
